Delito doble

25/10/2014 05:30 Arturo Ortiz Mayén Actualizada 02:41
 
Los policías que detuvieron a David el 26 de septiembre pasado le pusieron precio a su libertad de inmediato: 80 mil pesos por no presentarlo ante el MP.
 
Ahí, en la patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública en la que lo tenían, separado de sus cuatro cómplices, le dijeron que llamara a quien tuviera que hacerlo y les diera una respuesta rápido.
 
David, quien minutos antes había participado en el robo a mano armada a un gimnasio en la colonia Nueva Santa María, en Azcapotzalco, aceptó la oferta aún a sabiendas que no tenía esa suma.
 
Le marcó a su esposa Viridiana. Aconsejada por uno de sus tíos, la mujer decidió ir a una agencia del Ministerio Público a denunciar lo que ocurría, pero sin cortar la comunicación con los uniformados que querían el dinero. 
 
Asesorados por agentes de la Policía de Investigación, la mujer aceptó llevar el dinero esa misma tarde a las afueras de una escuela en la calle Granjas, esquina con Salomón, en la colonia Jardín Azpeitia, en Azcapotzalco. Mientras llegaba la hora de la cita ella reunió parte del dinero. En tanto, los policías hicieron la puesta a disposición del Ministerio Público de los cuatro cómplices de David.
 
Al rendir su parte policial, los ocho preventivos señalaron que horas antes cuatro sujetos y no cinco, irrumpieron en un gimnasio ubicado en la colonia Nueva Santa María y asaltaron a los clientes y encargados. Escaparon en un taxi tipo Tsuru del estado de México, pero los patrulleros les dieron alcance en calles de la colonia Industrial Vallejo. Ahí le pusieron precio a la libertad de David.
 
Cayeron en la trampa
 
A bordo de dos patrullas sin balizar, agentes de la PGJDF se acercaron al sitio donde Viridiana haría la entrega del dinero.
Eran las 14:00 horas de ese 26 de septiembre y mientras un grupo de agentes se quedó cerca de un Oxxo, los otros hicieron un recorrido por las calles.
 
Viridiana se paró afuera del CETIS número 4 y ahí esperó unos 20 minutos. De pronto apareció sobre la calle Granjas un auto Neón de color negro sin placas de circulación.
 
De ese coche bajaron dos hombres vestidos como policías preventivos. En los asientos traseros estaba otro uniformado y un civil, era David. Mientras caminaban al sitio donde se reunirían con Viridiana, los uniformados se dieron cuenta de la presencia de los agentes de la PDI.
 
“Qué paso parejas, estamos en el operativo de escuelas”, dijo uno de los preventivos antes de acelerar el paso.
Los agentes de la PDI fueron tras ellos. Al mismo tiempo otros agentes se acercaron al Neón.
Uno de los preventivos, Juan Carlos Dueñas Aguilar, alcanzó a subirse a un taxi, pero fue detenido calles adelante; Víctor Hugo Aguirre Puntos forcejeó con un policía, pero también fue sometido. En el auto, los demás agentes detuvieron a Jesús Monroy Delgado, quien fue el único que no opuso resistencia. Ahí, a su lado estaba David, quien tenía las manos esposadas hacia la espalda. 
Los tres uniformados fueron llevados a la Fiscalía Antisecuestros. Al conocer la versión de David y de los preventivos fueron por los demás implicados en la privación ilegal de la libertad con fines de extorsión.  Ellos son: Rafael Cruz Alavez, Gustavo León Rojas, Santos Bautista Martínez, José Guadalupe García Esteban y Juan Sánchez García, todos del sector Cuitláhuac. 
Todos fueron consignados al Reclusorio Norte. David, quien fue víctima de esos policías, también fue consignado por el robo al gimnasio.

 

 
 
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