Frenados por el karma

19/11/2015 05:00 Arturo Ortiz Mayén Actualizada 11:22
 
Llegaron como denunciantes, pero se quedaron como probables responsables. Dos hermanos, Érik Mauricio, de 23 años y Brandon Rogelio, de 16, acudieron juntos a una agencia del MP de la Procuraduría capitalina para reportar el robo de una motocicleta.
 
Mientras esperaban ser atendidos, una mujer los vio y de inmediato los identificó como los mismos que días antes la habían asaltado a punta de pistola. Al retenerlos, los agentes descubrieron que los jóvenes eran responsables de una ola de asaltos a transeúntes y que la motocicleta que les habían robado era la que usaban para escapar después de someter a sus víctimas.
 
A LA BOCA DEL LOBO. El 19 de agosto pasado, los hermanos llegaron a la Coordinación Territorial Venustiano Carranza 3, ubicada en Fray Servando Teresa de Mier, esquina con Francisco del Paso y Troncoso, en la colonia
Jardín Balbuena.
 
Faltaban unos minutos para las 16:00 horas y ellos se pararon en la barandilla de atención, indicando que iban a denunciar el robo de su motocicleta.
 
El empleado que los atendió les dijo que esperaran unos minutos para pasar a una de las mesas a iniciar su querella.
 
En ese momento, Ana Laura N" ratificaba su denuncia por un robo sufrido el 10 de agosto en calles de la colonia Magdalena Mixhuca. Las voces en el exterior llamaron su atención y al voltear vio a sus agresores.
 
Fue un golpe de suerte que ellos estuvieran ahí, justo donde menos esperaba encontrarlos. 
“¡Son esos, son esos!”, dijo Ana mientras le pedía al personal de la PGJ del Distrito Federal que no los dejaran ir.
 
LOS RECONOCEN. Los hermanos intentaron salir, pero no lo lograron. La mujer ratificó que eran los mismos que habían bajado de una motocicleta y con violencia le habían arrebatado su bolsa.
 
Al analizar otras denuncias por robo a transeúnte encontraron la averiguación FVC/VC-3/T3/01691/15-08, en la que Samuel "N" los reconoció como los mismos que el 18 de agosto pasado descendieron de una motocicleta, lo golpearon y lo lesionaron con una navaja para despojarlo de 200 pesos.
 
También compareció otra víctima, quien sostuvo que los hermanos lo habían asaltado ese mismo día —el 19 de agosto por la mañana— en la avenida Congreso de la Unión.
 
A él lo golpearon e hirieron, robándole 300 pesos. 
 
Descubiertos, los hermanos admitieron que asaltaban a transeúntes y escapaban en la motocicleta que ese día les habían robado mientras estaba estacionada. 
 
Antes de consignar al adulto a prisión y al adolescente a la Fiscalía Especializada en Asuntos del Menor, otras tres víctimas los señalaron como los mismos que las despojaron de sus pertenencias mientras caminaba por la calle.
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