Herencia criminal

18/12/2014 04:30 Arturo Ortiz Mayén Actualizada 02:40
 
Dos asaltos  cometidos con un mes de diferencia fueron la clave para desarticular una banda familiar dedicada al robo de usuarios de taxis en el DF. 
 
El 5 de diciembre del año pasado, un ingeniero llegó a la ciudad de México —procedente de Querétaro— para participar en una reunión de la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial. 
 
Abordó un vehículo de alquiler para que lo llevara al hotel donde se hospedaría, en el Centro Histórico.
 
El conductor le hizo la plática en el trayecto. El pasajero le dijo que estaría una semana en la ciudad y al creer que estaba con alguien de confianza le propuso que durante esos días lo llevara a los sitios donde tenía que estar.
 
El taxista le dijo su nombre y teléfono en una tarjeta. Al llegar a su destino le cobró 600 pesos. El pasajero le dijo que en ese momento sólo traía 500, que le ofreció en lo que iba a un cajero a sacar los otros 100.
 
En ese momento el taxista sacó una navaja, con la que amagó al pasajero, le quitó los 500 pesos y lo despojó de su computadora y un portafolio. 
 
Después escapó. Porque estuvo muy ocupado, el ingeniero presentó su denuncia hasta el 11 de enero de este año en la Fiscalía Desconcentrada en Cuauhtémoc. Ahí aportó los datos que el taxista le había dado cuando se ofreció a llevarlo a donde él fuera en la ciudad.
 
Un día antes de su denuncia, es decir el 10 de enero, a bordo de ese taxi se cometió otro robo. Fue contra una mujer, quien también fue víctima de abuso sexual.  
 
Ella subió a un taxi tipo Tsuru en calle Luz Saviñón, en Benito Juárez. En el trayecto el conductor se detuvo para que otros dos sujetos se subieran al vehículo. Así la despojaron de 4 mil pesos en efectivo y sus teléfonos. Además, uno de los agresores la besó a la fuerza y el otro le hizo tocamientos. Los dos casos parecían ser aislados.
 
LA CAPTURA. Con la información que aportó la primera víctima, agentes desplegaron un operativo para localizar al presunto delincuente.
 
"El denunciante ya tenía el teléfono, su nombre completo y se fijó en las placas del taxi, con eso se fue a denunciar a Cuauhtémoc 6”, dijo un agente de la Policía de Investigación.
 
Para capturar al responsable le tendieron una trampa. Un agente marcó al número que la víctima aportó y pidió un servicio de taxi. El hombre al otro lado del teléfono preguntó quién le había dado su número y, aunque dudo, aceptó llevar al supuesto pasajero al aeropuerto.
 
Lo citaron en un café en Paseo de la Reforma y La Fragua. Ahí fue detenido el taxista Diego Omar Telechea Sánchez. 
En el Ministerio Público el ingeniero que fue su víctima lo identificó. Para descartar que estuviera involucrado en otros casos los agentes llamaron a otras víctimas.
 
Así llegó la mujer que había sido asaltada en Benito Juárez. Ella lo identificó, pero además reconoció a otro hombre, el padre de Diego Omar, quien llegó a preguntar por la situación legal de su hijo.
 
Así, Samuel Telechea López también fue detenido. Ambos fueron relacionados con varios robos más a usuarios de taxis y enviados a prisión, donde enfrentan proceso penal.

 

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