Mordió el anzuelo

La roja 12/05/2016 05:00 Arturo Ortiz Mayén Actualizada 09:24
 

Arturo Ortiz Mayén

Rey David inhalaba una línea de cocaína dentro de su auto, un Honda Acord, cuando un hombre tocó la ventanilla. Con la mirada perdida volteó a verlo y se sorprendió al descubrir que se trataba de un policía.  El uniformado no sospechaba quién  era ese hombre. Rey David  creyó que sí y le ofreció 100 mil pesos y su coche para que lo dejara ir, pero la oferta fue rechazada.

Su detención, sin grandes despliegues policiacos ni días de investigación de por medio, demostró que a veces la suerte también está del lado de la justicia y en el momento menos esperado, un pez gordo puede picar el anzuelo.

Rey David Martínez  era buscado en al menos cuatro estados por varios robos a casas de empeño, joyerías y tiendas departamentales.

La noche que lo detuvieron, a finales de 2011, un par de policías preventivos lo encontraron drogándose dentro de un auto   en la colonia   San Juan de Aragón, en la  delegación Gustavo A. Madero.

En la Agencia Central de Investigación de la PGJDF descubrieron que estaba relacionado con decenas de robos en el Distrito Federal,   Estado de México, Jalisco y Quintana Roo. También  que su último gran golpe lo había dado en Cozumel,  cuando robó, junto con varios cómplices, 250 relojes de la joyería "Diamonds International", valuados en 1.5 millones de dólares.

Una fichita. Como muchos otros delincuentes, Rey David, alias ‘El Sonajas’, inició su carrera delictiva con robos a transeúnte, delito por el que fue a prisión en el 2006. Al salir,  incursionó  con otros cómplices  en el robo a tiendas de casas de empeño y establecimientos comerciales en la Ciudad de México y el Estado de México.

En noviembre de 2009, tras el asalto a una tienda Sanborns, en Benito Juárez, la policía intensificó su búsqueda. Según relató ante el Ministerio Público, sus cómplices  le hablaban por teléfono y acordaban verse. Por lo general, lo hacían en Plaza Las Américas, en Ecatepec, Estado de México, o en una de las estaciones de la línea B del Metro.

Así cometieron varios robos en tiendas y sucursales del Monte de Piedad en el de Cuautitlán, Izcalli, Tlalnepantla y Texcoco, así como en varias delegaciones del DF. Como paga recibía entre 20 mil y 50 mil pesos, tras vender los objetos en joyerías del Centro Histórico.

En abril de 2011,  intentó robar una sucursal del Monte de Piedad en la  Ignacio Zaragoza, delegación Venustiano Carranza, pero un empleado oprimió la alarma y se accionaron las puertas de seguridad; al percatarse que se cerraban las cortinas del establecimiento, huyeron llevándose sólo un anillo. Esto los llevó a probar suerte en otros estados.

Viajaron a Puerto Vallarta,   donde robaron una joyería. En Guadalajara, otra casa de empeño. Después fueron a Cozumel, donde dieron su mayor golpe.  Después de apoderarse del  botín, Rey David regresó horas después a la Ciudad de México en   autobús.

Pensaba retirarse un tiempo. Diez días después de ese robo recibió   250 mil pesos con los que se compró el Honda Accord en el que fue detenido. Se enteró que varios de sus cómplices en este atraco fueron capturados por la policía de Quintana Roo.

Eso y la muerte de su principal socio, Isaac Robles, el 28 de octubre, en Guerrero, durante un pleito, lo llevaron a hacer una pausa en sus actividades delictivas.    Rey David fue consignado a prisión, donde ya fue sentenciado a pasar más de dos décadas tras las rejas. 

 

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