Amantes de las pistolas

04/01/2014 03:22 Arturo Ortiz Mayén Actualizada 21:07
 

Apenas entraron a la casa de Jonathan, en la colonia Granjas Estrella, en Iztapalapa, Ramón “N” y Fernando Pérez López, El Bombiux, se dirigieron al baño y se orinaron las manos en un intento por quitarse los restos de pólvora.

Esperaron así algunos minutos antes de lavarse con agua y jabón, mientras hablaban con cierto orgullo de lo que acababan de hacer.

“¡Chingón carnal!”, dijo Ramón, de 15 años.

“¡Simón, valió madre!”, respondió El Bombiux.

Afuera, a unas cuadras de ahí, en la Avenida 11 varios curiosos se arremolinaban sobre el cuerpo ensangrentado de un policía bancario que recibió varios disparos por dos jóvenes que lo sometieron para robarle su arma larga de cargo. Desde la casa en la que estaban Ramón y El Bombiux alcanzaron a escuchar el ulular de las patrullas y ambulancia.

Ramón se cambió la playera antes de salir; El Bombiux así se quedó. En esa casa dejaron el arma del policía y el revólver de El Bombiux.

19 de septiembre de 2013

Esa tarde, mientras caminaban por la Avenida 11, frente al conjunto habitacional 18 Valle de Anáhuac, vieron a un elemento de la PBI que llevaba un arma larga.

Según dijo Ramón, Fernando le propuso robarle esa arma. El plan parecía simple, El Bombiux lo “chineaba” mientras él se la quitaba. Cuando se le acercaron demasiado al uniformado éste intentó golpearlos.

Ramón sacó una pistola calibre 45 que llevaba en la cintura y le disparó en cuatro ocasiones, hiriendo al uniformado en el cuello y en la cabeza.

Fernando Pérez también sacó un revólver y le disparó. Al estar en el suelo, Ramón le quitó el arma larga, mientras Fernando intentaba quitarle la pistola que traía en su funda. Al ver que la gente comenzaba a acercarse corrieron hacia la casa de su amigo Jonathan, llevándose sólo el fusil.

El agente fue trasladado a un hospital, donde luego de varios días en terapia intensiva sobrevivió, aunque con daños neurológicos irreversibles.

Eso no lo supieron Ramón ni Fernando, quienes dieron por hecho la muerte del uniformado.

 

19 de agosto de 2013

El arma con la que Ramón atacó al policía la obtuvo un mes antes en un pleito que terminó con la vida de dos personas y dejó heridas a tres más.

Esa noche, alrededor de las 10 horas, durante una fiesta patronal en la colonia Cerro de la Estrella, en Iztapalapa, Ramón fue encarado por un sujeto apodado El Mugres, que estaba drogado.

Según Ramón, debido al estado de su rival, cuando le disparó el proyectil hizo blanco en una mujer embarazada llamada Ana Belem Martínez Santillán, de 30 años.

Él aprovechó el descuido para darle un rodillazo en el estómago, provocando que tirara el arma.

Ramón la tomó y realizó varios disparos contra El Mugres, pero no le dio a él, sino a otro hombre llamado Silvano Rodas Aguilar, de 34 años y a otras tres personas. Después escapó llevándose consigo el arma que era de su rival.

La Procuraduría capitalina obtuvo entre los testimonios que recabó el nombre del sospechoso.

Un mes después, mientras se investigaba la agresión que sufrió un policía bancario al que le robaron su arma, su nombre salió a relucir de nuevo.

 

5 de diciembre de 2013

A bordo de dos patrullas, agentes de la Policía de Investigación se apostaron en las inmediaciones de la secundaria Nicolás Copérnico, ubicada en la calle Cine Mexicano, colonia Lomas Estrella, segunda sección en Iztapalapa.

Tenían informes de que su sospechoso, El Ramón, solía distribuir droga ahí.

Alrededor de las 19:30 horas lo ubicaron. A la distancia se percataron que llevaba un arma fajada a la cintura. Ramón “N” estaba parado junto a un Pointer con cromática de taxi del DF.

Al ver a los policías se subió al auto y le dijo a los dos sujetos que estaban a bordo que se marcharan. Sin embargo, los policías los rodearon.

 

Además de Ramón fueron detenidos Érick Alejandro Pérez Sánchez, El Pelón, de 25 años y Francisco de Jesús Martínez Bravo, El Borrego, de 27. Los tres llevaban consigo distintas dosis de mariguana.

 

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