Los Parados de Pepe

Les dicen Los Parados de Pepe aunque en realidad, no se llaman así. Y es que en “Los Tacos de Don Pepe”, cientos de personas comen parados. No importa si no hay sillas, tampoco si el taco pesa poco más de 350 gramos, lo importante aquí es comer aunque sea un solo bocado.

La taquería tuvo sus inicios en 1966. El centro de Azcapotzalco no era tan transitado, las calles eran reducidas y la poca venta comercial hizo que José, un hombre en busca de un negocio propio, pusiera un puesto de tacos de elaboración peculiar.

Así abrió el que hoy sigue siendo el mismo local. Los mismos azulejos abrazan las paredes salpicadas de un aceite, un líquido que brinca desde una antigua parrilla que comenzó tostando tacos al fuego del carbón. Dicen que el problema de la contaminación fue lo que los hizo cambiar el carbón por el gas, por eso sus tacos de jugoso sabor, se siguen despachando con la misma receta pero con una nueva forma de preparación.

En el negocio, Oscar Pulido, hijo de Don Pepe, corta la carne que se almacena en el refrigerador. Los trozos de carne roja y fresca están a la vista del cliente. Entonces cuando los pliegues de carne delgadita pasan al proceso de cocción, puede verse cada paso de la preparación.

Ahí la carne de res acompañada de cortes de chuleta, longaniza y cebolla, cruje con un burbujeante jugo que se combina con baños constantes de aceite. Es un aceite que Oscar asegura, carga con gran cantidad de ingredientes. Dice que son secretos y el motivo principal que hace que sus tacos conquisten a los clientes.

El sabor es exquisito. La carne caldosa y de tierno comer. Claro, sobra decir que se destacan por el tamaño, pues sus tacos de dadivosa proporción pesan poco más de 350 gramos y se sirven con media docena de tortillas preparadas a mano. Se dice que la salsa es opcional, pero no puedes dejar de probar la verde.

Los hay del famoso y tradicional bistec, de salada chuleta y de amarga pero apetitosa longaniza. El suadero no se puede quedar atrás. Luego vienen las combinaciones, los mismos ingredientes mezclados con queso oaxaca; una orden que incorpora la carne con casi un cuarto de lácteo derretido y que en conjunto, pueden llegar a los 700 gramos. También puedes pedir la quesadilla, que exagera en medida y se sirve con casi un cuarto de queso Oaxaca fundido y doradito.

Pero a pesar de que su gran especialidad estaba en los tacos de bistec, hoy el fuerte es el campechano. El complemento perfecto entre lo jugoso y lo salado. Un taco tan grande que podría llamarse “El gigante” y que además de suculento, te deja tan satisfecho que no comerás nada hasta el día siguiente.

“Me encanta venir a los parados, tenía mucho que no podía venir por cuestiones de trabajo pero tiene 35 años que los conozco. Todo lo grasoso es muy sabroso” Sergio Hernández

“Vengo a los tacos desde hace 25 años. El sabor del taco es muy bueno de muy buena calidad. Los conocí por mi familia. Muy recomendables” Carlos Sánchez

Visítalos de domingo a jueves de 5:00 p.m a 1:00 a.m y viernes y sábados de 3:00 p.m a 4:00 a.m en la calle Miguel Lerdo de Tejada #18-C, en el centro de Azcapotzalco.