1,2,3 por ti y por todas las sodas refrescantes que el 123 tiene.
Este lugar está como para disfrutar la vida, tener un ratito libre, hacerte de buena compañía y acudir un domingo a chismear.
Además de ser un lugar súper acogedor, está diseñado para refrescarte en todos los sentidos.
En la casa de las sodas artesanales, cada sabor presume su personalidad. La de Kiwi es acidita dulzona y está pensada para los amantes del cítrico, la de Frutos Rojos (fresa, mora y zarzamora) es dulce, dulce como el amor del bueno y la de Maracuya, con su amarillo violento, está hecha para vivir la experiencia afrodisiaca que ofrece el lugar.
Todas están buenísimas pero hay una que gana en el concurso de lo exótico: la de Jengibre y especias con chile, canela, cardamomo y clavo, todo fusionado con miel.
Este sabor burbujeante, alineado con un cuerpo aromático y fresco, deja un leve picor chiloso en la boca que vale la pena vibrar.
Prepararlas es un proceso de toda la noche, dejan que la fruta cortada un día antes se mezcle y se fermente con azúcar y miel.
Son naturales, son del día y se hacen al momento, pero lo más importante es que las puedes personalizar. Cuando vengas, pídele a Omar Cortés que te sorprenda con uno que otro ingrediente que le puedes poner a tu bebida para dejarla perfecta.
Además de los sabores que son de la casa, manejan sodas de frutas de temporada. Así, por este refractario han pasado las guayabas, los zapotes, el lichi, el xoconostle, la tuna, la guanábana y el lulo, una fruta del Caribe que se cosecha en Colombia y Venezuela.
El 123 une el arte, el diseño y el concepto de lo mexicano en un solo vaso. Acomódate en un sillón chic, pide una soda y déjate consentir.
¿Dónde?
Calle Artículo 123, no. 123. Colonia Centro. Delegación Cuauhtémoc. Lunes a sábado de 9 am a 11 pm y domingos de 9 a 9 pm.
