Un corte a la mitad de ese pan esponjoso, hecho con una pizca de canela y ajonjolí sobre la parte más crujiente, anuncia el inicio de una explosión de sabor magnífico, por el cual Lorena Orozco es reconocida en esta banqueta como la campeona en cemitas poblanas.
Desde la primer mordida, la sensación que deja este platillo es idéntica a una caricia reconfortante para el alma.
En principio, una capa generosa de aguacate provoca que la boca se haga agua de inmediato y en un santiamén, el manjar se complementa con pierna española, jamón de pavo, queso de puerco y quesillo desmenuzado.
Es infaltable el pápalo, hierba que por su aroma escandaloso perfuma los alrededores de este lugar. También un toque de aceite de oliva, que acentúa cada ingrediente.
Para sellar este alimento, conocido internacionalmente, lleva una salsa de chipotle hecha con una receta que sólo Lorena conoce, pero que todos alaban.
Desde hace nueve años, esta cocinera hace felices a muchos y se ha convertido en la consentida, pues aunque la receta de una cemita parece sencilla, ella le pone un toque único. Además, pueden ser inventadas al antojo de los comensales, pues hay quienes las piden con rajas en escabeche o sin las carnes frías.
Lorena se entregó de lleno a la gastronomía y dejó en el pasado su oficio de secretaria por dos razones: su mamá, quien es el cerebro de esta idea, y cuando se embarazó, pues sabía que era la única manera de tener más tiempo para su bebé.
Hoy, se dice feliz y le ilusiona que en un futuro pueda tener un local. Todos los días viaja hora y media desde San Juan Teotihuacán para colocar la mesa sobre la cual ofrece lo que mejor sabe hacer.
“Me gusta prepararlas con mucho amor”, afirma mientras trabaja.
¿Dónde?
Vísitala sobre la calle de Balderas, afuera de la Bodega Aurrerá con número 33 en la delegación Cuauhtémoc. De martes a viernes, de 14:00 a 18:00 horas.
