Goza con Tortas El Chatín

Al día 08/07/2016 09:25 Paola Ascencio Actualizada 12:33
 

Entre cuatro paredes de colores, una vitrina y rodeadas por mesas de plástico alargadas y repletas de hambrientos comensales, Tortas El Chatín deja poco a la imaginación y mucho a una experiencia gastronómica callejera y de nivel.

Era el año 1960, cuando Martín Ramírez, un carnicero del barrio de Tacubaya a quien conocían como El Chato —por su regordeta y aplastada nariz—, pensó en la idea de poner su propia tortería. 

Cuenta Delia Ramírez, hija de Martín, que su papá no quería la típica receta de tortas de lonchería preparadas con jamón, quesillo, jitomate y aguacate, así que ideó una nueva combinación.

Bajo una cubierta de puré de frijoles caseros, cocinados con cuadritos de cebolla finamente picados y salteados en aceite hirviendo, una telera esponjosa, caliente y suave al masticar, milanesas de casi media pulgada de grosor preparadas con carne molida compacta, un baño de salsa cátsup y mostaza, tapizadas con una cama de chiles y zanahorias al vinagre caseros, Tortas El Chatín convierte del sabor de sus tortas en un espectáculo culinario.

Aunque hay varios locales que llevan el mismo nombre, Delia asegura que este es el original. No tienen sucursales y aquí todas las tortas se preparan de la misma manera, por eso sobre la plancha de la cocina —que envuelve el negocio en un espeso humo con olor a carne y frijol que abre el apetito de cualquier cliente o transeúnte que pasa por afuera del lugar—, se alinean las milanesas de carne molida, mientras montañas de pierna rebanadas en gruesos pliegues, se cuecen del lado contrario, antes de la salsa de tomate y de mostaza.

De su menú, que cuelga en la pared, puedes elegir de milanesa, jamón, huevo, salchicha y hasta hamburguesas y hot dogs. Todas por menos de 50 pesos.

Como en casi todos los lugares, hay platillos que resaltan entre los demás. Para sabores clásicos, la torta de milanesa con quesillo es la predilecta; no sólo porque es de generosa proporción, sino porque guarda la esencia de la receta con la que Martín empezó. También está la hawaiana, jamón, piña y quesillo derretido.

Las hamburguesas son preparadas de la misma forma, con frijoles. Y aunque no llevan los típicos ingredientes, no hay por qué quejarse del sabor, al contario, te dan la posibilidad de saborear una nueva combinación de la comida americana. Eso sin contar los hot dogs que se preparan con dos salchichas sobre el pan y una placa regordeta de queso fundido.

Pero la gran especialidad, por la que esta tortería es fielmente seguida, es por la Chatín, una preparación de tamaño colosal que incluye milanesa de carne molida, pierna, quesillo fundido, y el resto de los ingredientes originales. Es tan grande que no cabe en tu boca al intentar morderla. 

¿Tienes un hambre voraz? Atrévete a pedir la Chatín Especial que lleva el doble de cada ingrediente y que te dejará con ganas de regresar.

¿Dónde?

De lunes a sábado, 8:30 am a 9:30 pm, sobre Viaducto Miguel Alemán #17, local único, entre avenida Revolución y Carlos B Zetina.

 

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