En Panmex saben que una buena rosca de reyes se caracteriza por ser consistente, pero no acartonada, dulce, pero no empalagosa, y esponjosa, pero de cobertura dorada.
Así lo hacen desde hace más de treinta años con una receta que nació en 1960, momento en el que la familia Gual decidió dejar el negocio de su panadería industrializada —ubicada en Azcapotzalco—, para iniciar un negocio repostero de calidad, en el sur de la ciudad.
Carlos Gual, cuarta generación de la familia y actual director del negocio, cuenta que en un principio su bisabuelo y su papá no sabían preparar pan, por ello, decidieron mezclar ingredientes frescos con la receta de pan industrial que su bisabuelo conocía.
Con bizcochos calientes, panes elaborados con pasta feité, pan danés y otras piezas variadas, su panadería se posicionó entre las más conocidas en la colonia Jardines del Pedregal, pero si hay algo que puede destacar en sus elaboraciones, son las roscas de reyes preparadas de manera artesanal, y que años después se transformaron en uno de sus panes más importantes.
“Seguimos usando la misma fórmula con la que comenzamos a preparar nuestro pan dulce, que consta de mantequilla pura, leche fresca y una mezcla que no incluye conservadores. Por eso nuestros clientes siguen satisfechos”, menciona Carlos Gual.
En la cocina, los duraznos y las cerezas se parten una por una, mientras el ate y el higo esperan en bases de metal para decorar la masa fermentada. No es una masa convencional, pues combinada con pasas y nueces, su textura después de horneada nunca se torna apergaminada, al contrario, se caracteriza por ser blanda, húmeda y conserva un fuerte sabor a mantequilla.
Además, la crema pastelera escarchada con azúcar crea una buena armonía de sabor junto a al resto del pan que no se aguada ni se deshidrata, sino que mantiene un brillo acaramelado que no se concentra en sólo un lado de la rosca.
Quizás es debido a la consistencia de su masa dulce que cientos de familias consideran una tradición comprar la rosca en este lugar, quizás es porque sus frutas no se tornan duras, sino que mantienen su suavidad y frescura. Sea cual sea la razón, es por ello que cada seis de enero, en este lugar, hay que hacer fila para comprar un máximo de dos roscas por persona.
“Desde que era chiquita compramos la rosca en Panmex porque su sabor es muy bueno. El pan es muy dulce y muy esponjosito”. Isabel Escobar
“Tiene casi 30 años que compro mi rosca de reyes aquí. Es una tradición adquirirla aquí porque tiene buenos ingredientes, todo en conjunto es delicioso. A mis hijos les encanta”. Leonor Méndez.
¿Dónde?
Visítalos de lunes a domingo de 7:00 a.m. a 9:00 p.m. sobre la Avenida San Jerónimo #530, colonia Jardines del Pedregal.
