Dominan el balón y su vida

Al día 16/02/2017 05:00 Actualizada 12:27
 

Gibrán Casas

Un balón los unió en un equipo de futbol y ahora el esférico también les ayuda a sobrellevar sus gastos.  

Érick, Pedro y Jaime se conocieron en Las Panteras GUDO, un equipo de amputados que juega contra otras escuadras en igualdad de condiciones, desde hace casi dos años, al norte de la ciudad.

Cada uno de ellos perdió una de sus extremidades, pero dominan el balón como si sus cuerpos estuvieran completos, eso los distingue y llama la atención de quienes los observan en los semáforos  de la avenida Bucareli, Juárez o Paseo de la Reforma.

PAPITOS LINDOS. Este trío de amigos que se hacen llamar “Los papitos lindos”, alejados de cualquier drama por su condición, entre risas cuentan que cuando Érick se quedó sin trabajo, se le ocurrió la idea de salir a la calle para mostrar cómo dominaban el balón y a cambio pedir unos pesos. Ahí descubrieron la generosidad de las personas. 


Pedro tiene 25 años y antes era zapatero. Fue víctima de la violencia: “Me quisieron asaltar. Pero pues como no traía dinero ni nada me dieron un balazo en la rodilla; la perdí automáticamente. De hecho, alcancé a llegar vivo todavía al hospital porque me destrozó el fémur y una arteria. Perdí mucha sangre y tuve el riesgo de morir", cuenta mientras su cabeza hace la cuenta: "Hace tres años fue que me atracaron", recuerda, después de algunos segundos. 

Érick tiene un año menos que Pedro —24 y es el del menor edad del trío—, sufrió un accidente laboral que casi le cuesta perder ambas piernas: “Estaba trabajando. Vendía productos de limpieza y un día estaba frente a una camioneta estacionada y de repente llegó un coche por detrás que había perdido el control y se impactó contra ella. Yo quedé en medio de los dos vehículos. El impacto fue en las dos piernas. En una me metieron clavos y como sea ahí está. La otra sí había acabado muy mal; digo, yo no la vi, pero por lo que me contaron, pues sí quedó totalmente destrozada. La mejor opción fue darle el mochón".

SE LE HIZO UN TUMOR. 
Jaime Cortés, el más grande de los tres y el único que tiene hijos (uno de 6 y otro de 4), cuenta que fue el futbol, deporte de sus amores, por el que perdió una de sus extremidades. 

“Tuve un tumor maligno en el nervio de mi rodilla, originado por un golpe que me dieron, mientras jugaba fútbol. Y es que por ir al trabajo no me fui a atender y después de siete meses, el dolor ya no me dio para más. Cuando fui al doctor me dijo del tumor y que lo mejor era amputar mi pierna. Este 7 de abril se cumplen 6 años de que la perdí”.

Cuando se les pregunta si tienen otro trabajo para su  sustento, los tres lo niegan con la cabeza al mismo tiempo. Y es que dicen, la calle les da lo necesario para vivir, les ayuda a mejorar su condición física y la técnica individual.

Según explica Jaime, en unas horas los pesos que ganan se multiplican lo suficiente para que cada uno de ellos “pueda llevar el pan a casa”.  Y es el propio Jaime, quien recuerda que a pesar de que todo está “muy jodido siempre habrá alguien que está peor, por eso hay que echarle ganas. Por eso, uno nunca debe rendirse”.

Google News - Elgrafico

Comentarios