Bota la depre con el basquet

Al día 14/07/2016 05:00 Astrid Rivera Actualizada 08:44
 

Astrid Sánchez

El deporte alejó la depresión, la soledad y la apatía que llegaron a la vida de Joaquín al perder la movilidad de sus piernas. Ahora, el basquetbol es un sueño cumplido que le ha costado mucho trabajo conseguir.

Su amor por el basquetbol nació hace apenas cuatro años, cuando vio un video de los Juegos Panamericanos y le gustó la magia que crean las ruedas y el balón.

 "Me la pasaba todo el tiempo encerrado, porque mi familia no podía estar en casa y eso me causó depresión que me llevaba a enfermarme, pero al ver el basquet sobre ruedas supe que eso quería hacer y se lo comenté a mi papá",  dice Joaquín Palacios Rodríguez, de 24 años.

 Joel Palacios, padre de Joaquín, apoyó desde el primer momento el deseo de su hijo, pero sus posibilidades eran escasas y el basquetbol tuvo que esperar.  "El Centro Paralímpico me quedaba muy lejos y no tenía los medios para llegar, tuve que abandonar mi sueño", lamentó.

Joaquín perdió la movilidad en sus piernas hace aproximadamente cinco años, luego de un proceso degenerativo. Nació con espina bífida e hidrocefalia.

"Gracias a Dios supe lo que era caminar, comencé a los dos  años y fue hasta los 13 que comencé a perder la fuerza y el equilibrio. Hace cinco años me salió una escara en el glúteo y estuve año y medio en cama, ahí perdí el movimiento".

 Fue cuando su padre se quedó sin empleo, todo se complicó. Joaquín perdió el seguro médico y ahora sí era un hecho que practicar un deporte era imposible. Meses después, en su nuevo empleo, don Joel conoció a dos personas que practicaban basquetbol sobre ruedas y les solicitó que incluyeran a su hijo en su equipo.

"Me resultó realmente difícil el manejo de la silla para deporte, es más ligera y tienes que aprender a controlar el peso liviano y a mover el balón al mismo tiempo, es un proceso largo", asegura Joaquín.

Después de participar en varias competencias, el basquetbolista sueña con ser el elegido para demostrar su talento en los Juegos Olímpicos de 2020.

Además, las terapias físicas regresaron y sus piernas le dan señales de que podría ponerse de pie de nuevo.

"Me gustaría volver a caminar. Será un proceso largo y doloroso, pero sé que puedo porque mis piernas sienten", comenta.

Cumplir estas metas y buscar un empleo para ayudar a su padre son apenas el inicio de una larga lista de cosas por cumplir.

 

Google News - Elgrafico

Comentarios