Si ella toma es muy vulgar

25/01/2016 03:00 Yudi Kravzov Actualizada 03:00
 

Cuando Daniela se pone peda, se convierte en puta. No lo puede evitar. Yo me considero su mejor amiga, pero no puedo interferir cuando su novio le reclama y la manda a volar.

Tampoco puedo defenderla cuando su madre la castiga y no la deja salir con nosotras.

Al igual que todos los que la queremos, le he dicho que el alcohol no es lo suyo. Le he explicado miles de veces que necesita dejar de tomar porque su personalidad cambia. Se ha metido en situaciones muy desagradables. Y es que, cuando se pone peda, se vuelve impertinente, grosera y puta. De ser dulce y linda, se vuelve altanera y vulgar; de ser amable y juguetona, pasa a ser una pelada. Con los meseros se pone prepotente; les grita y los insulta. Es como si tuviera una doble personalidad.

No sé cómo ayudarla, ni qué más decirle para que deje de beber así. De verdad que mi amiga se transforma y ella lo sabe.  Basta con que tome un traguito de lo que sea, para ya no parar. 

Me jura que no va a volver a tomar, que ya se va a meter de nuevo a Alcohólicos Anónimos, que ella misma se odia cuando se pone así, pero la cosa es que no lo puede evitar. Ya me di cuenta de que es mejor no invitarla al antro, porque nos deja en ridículo a todos. Y es que tampoco estamos para andarla cuidando toda la noche. 

La última vez que fuimos juntas a una boda me solidaricé con ella y prometimos no tomar ninguna de las dos. Apenas la dejé un ratito sola y comenzó con los shots de tequila, escondiéndose de mí igual que se esconde de su madre. 

En ese instante, decidí dejarla de cuidar. Me acerqué a reclamarle, pero ya andaba enfiestada, así que me pasé toda la noche con mi novio y, enojada, dejé de preocuparme por ella.

Dos horas más tarde, en la pista de baile, empezó a dar un espectáculo asquerosamente vulgar. Primero como que estaba bailando muy pegada con un tipo que ninguna de las dos conocía, luego se empezaron a fajar y después llegó otro güey y le puso un arrimón a Dani por detrás. El primer tipo le agarraba las bubis y le manoseaba las nalgas; ella se reía, y se volteaba para besar al otro también.

Fueron los segundos más largos de la noche. La mamá de la novia se puso como loca y comenzó a gritarle. Mi novio y yo corrimos a la pista para sacarla de ahí. Los tipos todavía como que la querían jalar y entraron otros tres para pedirles que ya se calmaran.

Fue espantoso. Nos fuimos a mi casa a bajarle el pedo a Daniela. Le serví café y quesadillas. Le lavé la cara y la hice que se sentara en una bolsa con hielos. Me puse a contestar los mensajitos de su mamá; tuve que mentir y hacerme pasar por Dani para tranquilizar a la señora. 

Antes de las tres de la mañana, la dejamos en su casa y mi novio y yo nos regresamos a la boda a tratar de pasarla bien. 

No sé cuánta gente tiene el mismo problema que mi amiga Dani. Sé que el alcohol la transforma y que va terminar por arruinarle la vida si no decide dejar de tomar. 

No entiendo cómo se puede convertir en una mujer tan facilona. Me gustaría pensar que allá ella, su cuerpo y su moral, pero es que la neta no puedo verla tan puta y hacer como que no está pasando nada.

Me da rabia y vergüenza lo que hace. En resumen, es una tremenda decepción. Mi novio ya no quiere que salgamos con ella. Me da miedo invitarla con mis amigos. Creo que necesita algo que yo no puedo ofrecerle, algo que la envuelva en otro tipo de ambiente, una pareja que le tenga paciencia o una terapia especial que la haga no tomar nunca más.

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