¡Ni tan primerizo!

Sexo 11/07/2018 05:18 Helena Danae Actualizada 11:18
 

¡Hola, mis amores! Excelente miércoles, espero que sus días vayan de lo mejor y si no es así, ya saben que su Helena siempre les manda la mejor de las vibras.

Estaba platicando con los muchachos de mi grupo de whats app, sobre esta columna y dijeron que estaría bien leer alguna experiencia con un novato. 

Y les cuento que, con varios hombres con los que llegué a tener relaciones, me dijeron que era su primera vez. Pero hubo uno en especial que creo que me la aplicó, porque no era tan nuevo como él decía. 

Nos conocimos en la escuela, él fue la primer persona que me habló en el salón, ya saben cosas como irnos a comer juntos en recesos, hacer equipos para los trabajos, al principio era una relación más como muy buenos amigos, pero después empezaron los coqueteos. 

La verdad, a mí al principio no me gustaba, al contario, lo veía como mi mejor amigo, lo tenía en algo así como la friend zone, pero entonces él empezó a portarse diferente conmigo, más en modo de conquista y por eso empecé a verlo de otra manera, más sexy, más llamativo. 

Un día, nos fuimos a hacer un trabajo a su casa, empezamos todo normal, fuimos a comprar cigarros y de regreso, él rozó mi mano, después mi nalga, se sonrojó y me tomó por la cintura caminando hasta su casa. 

Cuando llegamos, me senté arriba de la mesa, mi perspectiva estaba cambiando hacia él, así que decidí ponerme más fogosa, para hacer el juego más interesante, él andaba por la casa como si nada, hasta que al pasar frente a mí, lo tomé con mis piernas y me lo acerqué, besaba su cuello, lamía sus orejas, pasaba mis labios por la comisura de los suyos. 

Empecé a acariciar su cabello y después su miembro. Él ya tenía mojado el bóxer, al parecer su amiguito estaba babeando por estar dentro de mí. Me dijo que era su primera vez, así que yo debía guiarlo para no quedarme mal.

Nos fuimos a su cuarto, lo acosté, me empecé a desvestir sin quitarle los ojos de encima, los zapatos, las calcetas, el pantalón, obvio calzones, y ya arriba de él me quité la blusa y el bra. Puse sus manos en mis lolas y yo las guiaba como a mí me gustaba, las apretaba para que él siguiera.

Eché mi cabeza hacia atrás y empecé a restregarme en su pants, me movía de adelante hacia atrás, yo estaba mojándome, él se ponía cada vez más duro. Cuando me levanté para bajarle el pants, noté que estaba mojado.

Empecé a jalársela, luego me lo metí, despacio, iba bajando para sentarme en él, disfrutando cada centímetro, cuando estuve por completo dentro él tomó otra actitud, ahora él estaba sometiéndome a mí, me vine rápido.

Me hizo una coleta en el cabello, de ahí me agarró para penetrarme varias veces, yo sólo podía gritar y acariciarme el clítoris con los dedos. 

Me gustaba y así terminé, con él adentro, luego me la acercó a la cara, me tomó por el cabello y me los echó todos, no podía abrir los ojos porque la mayoría había caído justo ahí, pero me lo imaginaba con su amigo apuntándome duro  y una mano en él para jalársela y terminar así de exprimirse, tomaba mi cabello para que no me volteara.

Al final, creo que no era tan primerizo, pero todo ese juego que tramó me excitó más y tuvimos final feliz. 

¡Los amo! 

Nos leemos la próxima semana.

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