Cumplí mi fantasía

Sexo 28/06/2017 05:00 Actualizada 11:53
 

Hola, mis chulos lectores, este miércoles de amor quiero recordarles que este 30 de junio estaré presentándome en Puebla, en un show en Caravana Sw, además ya casi es mi cumple y quiero festejarlo con un shooting colectivo este 22 de Julio, en el Hotel Amala, vamos a pasarla bien.

Hoy les cuento sobre una fantasía, a petición de un sexy lector. 

En una de mis primeras entrevistas, entré a cambiarme a un baño, me puse una tanga rosa con encaje negro y un brasiere que  me levantaba las tetas y las hacía redonditas y jugosas, pero cuando iba camino a la oficina donde estaban los fotógrafos, había una puerta un poco abierta, ahí estaba un señor, sentado con su traje negro y corbata, hablando por teléfono y tecleando en su computadora, parecía una llamada importante. 

Me recargué sobre el marco de la puerta y lo pensé dos segundos antes de decidirme a entrar así, en tacones y lencería, con miedo a que me sacaran del edificio. Me paré frente al escritorio y dejé caer mi maleta para que me mirara, la llamada era tan importante que ni se percató de que yo estaba ahí. 

Pero al verme, dejó de hablar por unos segundos, se escuchaban los gritos a través del teléfono para que respondiera. Él parpadeó y siguió hablando, era guapo y olía muy bien, se veía limpio y dedicado a su trabajo, sin duda.

Yo caminé y me senté sobre el escritorio, y puse mis tacones sobre los descansa brazos de su silla enorme y negra. Él no dejaba de hablar, pero parecía que su esfuerzo era máximo por concentrarse, hice a un lado mi tanga y comencé a dedearme, luego le metí mis dedos a la boca, y así sin dejar su llamada, saboreó mi vagina y puso los ojos en blanco, mientras desabroché su cinturón, aún su pene estaba flácido, así que lo empecé a chupar, intentando que se concentrara en mí y no tanto en su trabajo. 

Su esfuerzo inhumano por no hacer un ruido extraño mientras hablaba, hacía más divertida mi travesura, por lo que me consentía solita con los dedos para disfrutar más la tortura. 

Cuando escuché que iba a colgar logré sacarme su miembro de la boca, justo a tiempo, porque supongo que se relajó demasiado y me los echó en la cara, todos se me escurrían en la barbilla hasta llegar a las tetas.

Ahí estaba yo, debajo del escritorio hincada y viéndolo con miedo respecto a lo que me iba a decir. Él se recorrió para dejarme salir y echó su cabeza hacia atrás, en eso  escuché que me estaban buscando y corrí a su baño para limpiarme con papel, mientras  él les respondió que quería conocerme y por eso me había invitado a pasar para platicar. 

Me di cuenta que él era importante en el lugar, salí y le sonreí, hice una seña de adiós con mi mano y salí con el fotógrafo. Más tarde, casi al terminar la sesión, él pasó a despedirse y mientras lo miraba y sonreía, uno de los fotógrafos se acercó para decirme que mi tanga estaba mojada “me puse roja”, no podía disimularlo con nada.

Con un suspiro y como salvándome dijeron que tenían suficiente material y que podían trabajar con eso, que cuando estuviera lista me podía ir. Entonces fui a cambiarme y cuando estaba haciendo berrinche por mi chistesito, escuché que alguien entró al baño. Vaya sorpresa ¿quién creen que era?.

¿Quieren que siga con la historia? Manda tu correo diciéndome qué te gustaría o qué crees que aparecerá en la siguiente columna. ¡Los adoro!

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