Sueños húmedos

Sexo 23/05/2018 05:18 Helena Danae Actualizada 11:02
 

Hola, mis amores, les deseo un miércoles estupendo, lleno de buena vibra y mucho amor.

Y hablando de amor, quiero platicarles un sueño que tuve mientras viajaba de regreso a mi casa. Venía de Culiacán, después de un fin de semana de mucho trabajo y dar shows, estaba muy cansada y en cuanto me subí al avión caí rendida, dormí todo el vuelo, pero me dio gusto haberlo hecho así porque tuve uno de los mejores sueños que no había tenido en mucho tiempo.

Les cuento: Estaba parada en la playa, viendo el mar, escuchando ‘Calle 13’ de fondo, exactamente la canción “Ojos color sol”, cerraba los ojos y sentía la brisa en mi cara mientras bailaba al ritmo de la balada. 

Estaba tan metida en mi sueño, que podía sentir calor, a pesar de que el aire del avión era frío, sentía el sudor escurrir entre mis pechos y el traje de baño metido entre las nalgas, y al abrir los ojos veía a un muchacho parado, sonriendo, con piel morena quemada por el sol, cuerpo de ensueño, sonreía y dejaba ver sus dientes perfectos.

Sin decirme nada, me tomaba de la mano y me llevaba hasta el mar, podía sentir el agua fría subiendo por mis piernas, las olas moviendo mi cuerpo. De pronto estábamos en el mar quieto, muy profundo pero cristalino, podía ver debajo de mis pies, peces, coral, la arena al fondo.

Estaba flotando y él estaba acariciando mi cabello mojado y con cuidado desabrochó mi top y dejó al aire libre mis lolas, con el viento que las rozaba hacía que mis pezones se endurecieran. 

Cerraba otra vez los ojos y de pronto estábamos en una cama, de las más cómodas en las que jamás me había acostado, con sábanas blancas, bajo un techo de hojas de palmera, una hamaca a nuestro lado y el sonido de las olas a lo lejos, mis pechos seguían descubiertos, él estaba sobre de mí, besándome las orejas, cuello hasta el abdomen. 

Con sus dientes iba bajando poco a poco mi bikini, hasta que logró dejarme totalmente desnuda, me levantó una pierna para empezar a lamer mi vulva, pasaba su lengua desde adelante hasta atrás, sentía un cosquilleo que recorría mi cuerpo y hacía que mi piel se pusiera chinita. 

Así llegó hasta el cuello y comenzó a penetrarme, podía escuchar su respiración jadeante, me lo hacía lento como si tuviéramos todo el tiempo del mundo para hacerlo. Me la metía hasta el fondo y podía sentir todo el peso de su cuerpo contra el mío. Me retorcía del placer, sentía la adrenalina por mi cuerpo, me gustaba y mucho, cada lugar donde tocaba era una sensación multiplicada por mil

Sus caricias me recorrían desde abajo hasta los pezones, podía vribrar con cada centímetro que me tocaba. 

Mi sueño brincaba por etapas, porque de pronto lo vi acostado a mi lado y pude sentir entre mis piernas toda la humedad que había dejado, tenía la sensación del después de un orgasmo. Me sentía cansada, pero feliz. Él comenzó a acariciarme, mis ojos se cerraban, pero yo no quería, sabía que el dormir en mi sueño iba a ser despertar en la realidad. Me besó en la frente como tratando de calmarme y me quedé dormida. 

Entonces sentí una mano en mi hombro, era la sobrecargo, diciéndome que debía bajarme del avión. Hice todo en automático, bajar mi maleta, caminar hacia la salida, tomar el taxi. Seguía pensando en cada sensación que había tenido durante mi sueño.

Cuando volví del ensueño estaba feliz, como si en verdad hubiera pasado todo con ese hombre.

¿Alguna vez has soñado así? Como si en tu día a día hiciera falta una experiencia así de cachonda y en tus sueños se hiciera realidad, es liberador, te pone de buenas y hasta te deja una experiencia. Espero que algún día realmente viva algo como ese candente sueño, les platico si se me cumple y les aviso si las sensaciones fueron iguales o solo en los sueños podemos llegar a tener ese nivel de excitación.

¡Los adoro! Nos leemos pronto.

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