Mi estreno en video

Sexo 11/05/2016 05:00 Actualizada 05:00
 

Hola a todos mis chulos lectores, antes de entrar en materia, quiero agradecer a quienes me han enviado correos electrónicos, diciéndome qué les ha parecido mi columna para El Gráfico. Un beso para ustedes que están pendientes, aquí  seguiremos leyéndonos.

Ahora sí retomo lo de la semana pasada, cuando les platicaba cachondamente de ese videíto que hice con mi novio.

Cuando llegué a casa y le mostré las fotos  noté algo en su mirada, pese a que estaba acostumbrado a verme desnuda todos los días; creo que en las fotos se transmitía sensualidad, y eso lo puso caliente porque estaba sentada a su lado en la cama y  de pronto se lanzó para quedar arriba de mí. 

Comenzó a besarme y sin despegar su boca de la mía, desabrochó su pantalón y me bajó los calzones. Tomó mi mano para ponerla en su pene que ya estaba erecto;  yo empecé a jalársela, a acariciarlo, él me tomó del cabello con una mano y se levantó para hincarme frente a él, mientras que con la otra mano agarró mi celular para empezar a grabar, mientras se la chupaba volteé hacia arriba, clavé mi mirada en la cámara, mientras succionaba y jugaba con mi lengua para que todo quedara grabado.

Estábamos tan excitados que de verdad no sentía lo fuerte que tiraba de mi cabello; mi garganta parecía extremadamente profunda, sentía cómo mi cara topaba con su abdomen, me la tragaba toda.

Después me subió a la cama y me puso en cuatro para metérmela tan fuerte que sentí un breve cólico, y así me cogió por varios minutos. A ratos me la metía suave, luego más duro; empecé a pedirle más, estaba excitada y muy mojada. Tuve un orgasmo y mientras seguía disfrutándolo le dije las palabras mágicas: “vamos a hacerlo por atrás”. Él no lo pensó dos veces, me la sacó, pasó sus dedos de mi vagina hacia mi ano para que quedara bien lubricado y me la empezó a meter lento; yo sentía tan rico y estaba tan prendida que di un empujón hacia atrás para que me entrara toda. Él suspiró, lo alcance a escuchar,  y empezó a moverse, le pedí más y gustoso me complació.  Terminó adentro de mí y quedamos tirados en la cama con el celular a un lado.

Cuando vimos la grabación, descubrimos que al final sólo se veía la sábana y se escuchaban nuestras risitas. Y es que de verdad, el hecho de vernos fue tan perverso y al mismo tiempo nos dio tanto placer, que se lo recomiendo a todos. No es necesario que el encuentro quede en digital, hay moteles que están llenos de espejos, en donde nuestra memoria puede dejar marcado todos los momentos,  que nos ayudan a admirar nuestro cuerpo y el de nuestra pareja desde otros ángulos que tal vez a simple vista no se puedan apreciar. 

Se trata de conocernos más, de querernos, de perdernos el miedo y la vergüenza. Convertir el sexo en un arte, propio, aunque a veces yo lo hago público, porque ese es mi trabajo, pero todos podemos hacerlo en casa para ponerle más picante a la relación.

Recuerden que el publicar fotos o videos sin consentimiento de la otra persona es un tipo de violencia. Si es sólo para ustedes guárdenlo como algo personal como una deliciosa travesura. 

Platíquenme  ¿ustedes han tenido una aventura como la mía? Escriban a mi correo [email protected] 

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