Una lamida con sabor a vainilla

Sexo 09/11/2016 05:00 Actualizada 05:05
 

Helena Danae

Hola, mis chulos lectores, ¿cómo va su miércoles?  Después de la columna acerca de  las posiciones sexuales,  he recibido muchos correos donde me platican cuáles les gustan, y por qué, por lo que he llegado a la conclusión de que muchos hombres también buscan una penetración profunda, además de que les encanta tener acceso a toquetear a sus parejas. 

La pregunta más frecuente que me hicieron fue:  ¿dónde me gusta que eyaculen? y es algo que con gusto les voy a platicar. Además de la eyaculación precoz, algunos mitos y verdades sobre el semen, porque dicen que tiene algunas propiedades, o si el sabor de éste  puede cambiar dependiendo de la alimentación y otras curiosidades.

Me ha sucedido que a la mitad de un buen acostón, por la intensidad me he lastimado,  así que prefiero no seguir con la penetración, se los digo porque  por ahí en un correo un chico me dijo que no le gusta obligar a su mujer a tener relaciones o continuarlas si ella no está cómoda, me dice que sabe que no es un objeto, y ya buscarán otra manera de terminar la acción, ¡aplausos para un hombre como él! 

Esto lo menciono porque me sorprende que aún haya tanto machismo y   que  muchas mujeres sean forzadas a sostener relaciones sexuales, aunque las lastimen, porque piensan que es su “obligación” o así cumplen  su rol como mujer. 

Dejemos algo claro, mujeres somos desde que nacemos, no por cocinar, lavar, planchar, tener hijos o cualquier estereotipo que se nos haya querido imponer nos vamos a convertir en damas. Hay mujeres que no saben planchar y no por eso disminuye su feminidad, hay otras que sólo se dedican a trabajar y aún así siguen siendo mujeres, así que si no quieres ser un macho engreido o una mujer que juzgue sin saber, hay que quitarnos esas ideas de la cabeza.

Ya que nuestras parejas han respetado la decisión de que no podemos seguir con el acostón por medio de la penetración, también corre por nuestra cuenta ser igualitarias y  entender que ellos sufren si se quedan a “medias”,  así que por qué no devolverles el favor. 

Por ejemplo, les decía que yo en ocasiones ya no puedo continuar, pero eso no significa que todo terminó, así que le ayudo a llegar a mi chico. Una rusa es una buena opción, mientras su pene sube y baja en medio de mis tetas, puedo aprovechar para darle unas buenas lamiditas a la cabeza para que tenga un plus, o un oral es muy bueno también. Pasarlo por la boca y lamerlo como si fuera una paleta o me estuviera comiendo un helado que está a punto de derretirse, creo que no suena tan mal. Cuando hacemos una rusa, yo sólo me encargo de juntar mis tetas y  dejo que él tome su ritmo, cuando está a punto de venirse, me encanta que lo haga en mi cara, que me deje empapada y escurriendo, para con mi lengua saborearlo y que él me vea, mientras está pasando por su orgasmo. 

Debo admitir que es el lugar donde más me gusta que eyaculen, me calienta y me pone de buenas. Aunque tiene sus contras, el tener que cerrar los ojos para que no suceda un accidente no me deja apreciar su venida por completo, sólo sentirla, pero no por eso dejaría de hacerlo.

¿Quieren saber qué travesuras he hecho para tragármelos todos? Sólo les adelanto que utilicé un helado y él lo disfrutó y tuve un buen bocado de esperma, con sabor a vainilla. 

¿Han visto esos memes donde sale la foto de unas pastillas de menta y dice que sólo los pervertidos entenderán?,  pues para quienes no sepan se los voy a explicar, no se pueden perder la próxima columna del miércoles sin falta, y les dejo mi correo [email protected], ya saben que me encanta llenarme de... sus anécdotas y así mejoro yo también mis maneras de darles placer a los hombres; ustedes aportan al contarme sus anécdotas. 

Besos enormes mis amados y hermosas.

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