Máscara escarlata

Deportes 27/10/2017 05:00 El Hijo del Santo Actualizada 05:02
 

El pasado miércoles se cumplieron 54 años de una de las luchas más sangrientas que sostuvo El Santo, fue el  25 de octubre de 1963, cuando apostó su máscara contra la del Espanto Primero.

 

Ese año, El Santo aún era rudo y formaba un gran trío con los hermanos Espanto; sin embargo, debido a su popularidad en la historieta y el cine, mi padre decidió irse al bando técnico después de que lo traicionaron en el ring los laguneros, lo que provocó la fuerte rivalidad con el mayor de ellos. Fue así que ese viernes, El Santo estuvo muy cerca de perder su incógnita al enfrentar a un peligroso rival que lo superaba en peso y estatura.

 

Esa noche, ambos gladiadores subieron al ring con un solo propósito: ¡Desenmascarar a su oponente! Dio inició una lucha técnica, con llaves y contrallaves, supervisada por Don Roberto “El Güero” Rangel (qepd).

 

El Espanto aprovechó su mayor tonelaje y le aplicó una rana  al Enmascarado de Plata, derrotándolo en la primera caída. 

 

 Al inicio de la segunda caída, el Espanto cambió de estrategia y dio inició un continuó y salvaje castigo sobre El Santo, buscando ganar en dos caídas al hilo.

 

Como una anécdota aparte, esa era la primera vez que mi hermosa mamá aceptaba ir a las luchas y también fue la última pues no soportaba ver que golpearan a su amado y adorado esposo. 

 

El público estaba con el nuevo ídolo y éste reaccionó al escuchar el grito de “¡Saaanto, Saaanto, Saaanto!”. Sabedor de que mi mamá estaba presente, sacó fuerzas de flaqueza y con rodillazos al pecho, tijeras a la cabeza, estrellones en los esquineros y ‘pasadas’, logró ganar con su llave “de a Caballo”. 

 

Cuando dio inició la tercera caída, mi padre intentaba continuar atacando con candados y tijeras, pero llegó un momento en que el Espanto fue superior y logró sangrarlo ante la incredulidad del público, que jamás lo había visto con la máscara ensangrentada. 

 

Los dos luchadores dominaban muy bien las rudezas. Mi padre olvidó la técnica, a pesar de que ya militaba en el bando de los limpios, y recurrió a las mismas marrullerías de su oponente; mordiendo, golpeando y estrellando a su rival contra los postes del ring y no se detuvo hasta verlo también bañado en sangre.

 

Después de llaves, topes y todo tipo de castigos,  la lucha fue una carnicería ante un público enloquecido que saltó de sus asientos cuando  El Santo, finalmente, logró rendir al Espanto  con otra contundente llave “de a Caballo” 

 

Fue así que hace 54 años, El Santo dio a conocer a José Vázquez Cisneros (Espanto I). Como otro dato importante, sepan que está lucha fue filmada completa y si la quieren ver pueden entrar a internet o buscar la película “Santo contra el espectro del Estrangulador”. Esta película es en blanco y negro y al final de la lucha, la sangre hace ver una máscara oscura en el rostro de El Santo. 

A veces, por más que uno quiere ser técnico, la marrullería y los golpes bajos hacen que uno se vuelva rudo. 

 

Nos leemos la próxima semana, para que hablemos sin máscaras. 

 

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