Marcado por febrero

Vida 19/02/2016 10:49 Actualizada 14:56
 

Febrero ha sido uno de los meses con mayor trascendencia en mi vida. En primer lugar porque nací un día 17 de febrero, también porque fue un 5 de febrero cuando falleció mi padre, hace 32 años, y porque hay otras fechas sumamente importantes, ya que en dicho mes dieron inicio varios de mis sueños profesionales. 

Hoy quiero aprovechar esta columna para compartir con ustedes la verdadera historia de mis comienzos y dejar a un lado las dudas e información errónea referente a mi debut como luchador profesional y heredero de un personaje tan grande como lo es El Santo. 

No sé si ustedes saben que yo debuté primero en el cine como El Hijo del Santo y después en la lucha libre.

Iniciaba febrero de 1982 y cursaba el primer semestre de la carrera de Comunicación en la Universidad Iberoamericana. Mi padre y Carlitos Suárez me acompañaban en mi primera aventura cinematográfica como El Hijo del Santo en la cinta Chanoc y El Hijo del Santo contra los vampiros asesinos, producción de don Rafael Pérez Grovas, quien también dirigía. 

Una de las primeras escenas de este filme se desarrolló dentro de una cueva en el Cerro de la Estrella, en donde El Santo me entrega su emblemática máscara y todos sus poderes (siendo ésta, casualmente, la última escena cinematográfica de mi padre). De ahí en adelante el protagonista de esa cinta fue El Hijo del Santo. 

El sábado 6 de febrero de 1982 fue cuando subí por primera vez como profesional a un ring y debuté con el nombre de Korak. Esto sucedió en el Auditorio Municipal de Santa Ana Chautempan, en Tlaxcala. 

Estaba programado en la segunda lucha del cartel contra Voltio Negro, pero éste no se presentó y su lugar lo tomó un joven que luchaba con el nombre del Maldito Mendoza. 

Nos enfrentábamos a dos de tres caídas, en un combate que duró 50 minutos; salí vencedor. La lucha estelar estaba a cargo de Kato Kung Lee y Kung Fu contra Nahur Kaliff y el Mercenario. 

El lunes 8 de febrero continuamos en la ciudad de México con la filmación de la película y el miércoles 10 me fui a Querétaro para hacer mi segunda aparición como Korak, en el Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez. 

Ahora me programaron en la lucha semifinal, en relevos sencillos, y mi compañero fue Cóndor Azul, con quien enfrenté a Voltio Negro y José Cruz. Éste tampoco se presentó y su lugar lo tomó La Momia, después de 40 minutos de combate los vencimos en tres caídas. 

Regresé a la capital mexicana para continuar con los llamados de la película. El domingo 14 de febrero de 1982, la Arena Naucalpan anunciaba en sus carteles: “Al terminar la función, se invita al público a la filmación de la película de El Hijo del Santo”.

Entonces, ante un lleno impresionante, subí al ring acompañado de Chanoc, quien iba enmascarado para no ser reconocido (según la trama de la película) y nos enfrentamos a Voltio Negro y a Charles Bronson Mexicano (don Ismael Ramírez).

Esta fue una noche inolvidable porque aunque no marcaba mi debut oficial como El Hijo del Santo, la gente se me entregó y la arena vibró nuevamente ante el grito inmortal de “¡Saaanto, Saaanto, Saaanto!”, que se escuchó de manera natural pero ahora apoyándome a mí. El siguiente domingo 21 se anuncia en la Arena Naucalpan la continuación de la filmación.

Días después viajé con la producción a Cabo San Lucas, en donde proseguimos con el rodaje de esta película que se exhibió meses después en infinidad de cines de la República mexicana. Así que ustedes dirán si febrero no es importante para mí. 

Para no confundirlos con tantas fecha, les aclaro que el 18 de octubre de 1982 es el día oficial que marcó mi debut profesional dentro de la lucha libre como El Hijo del Santo, en una función efectuada en Nuevo Laredo, Tamaulipas. 

Aprovecho para agradecer todas las muestras de cariño que recibí esta semana por mi cumpleaños. ¡Gracias! 

Nos leemos la próxima semana para que hablemos sin máscaras.

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