Salió de trabajar y ya no volvió

30/06/2015 03:00 Lydiette Carrión Actualizada 17:30
 

El sábado  11 de abril, Cinthia Angélica Arriaga Acosta, de 24 años, salió a las 6:30 de la mañana de la casa donde vivía con su esposo Rafael y la hijita de ambos, de 3 años. 

Le esperaba hora y media de trayecto desde la colonia El Ermitaño, en lo alto de la Magdalena Contreras, hasta su trabajo, en  oficinas de un banco, en la delegación Cuauhtémoc, a la altura del metrobús Hamburgo. 

Horas más tarde, Rafael también dejó el hogar, llevó a la pequeña a casa de la abuela materna, Manuela Acosta, antes de irse a su trabajo. A su suegra también le dejó el celular de Cinthia, ya que —explicó— había revisado unas cosas en él.  Pasadas las cuatro de la tarde Manuela recibió una llamada de Cinthia. Ésta le preguntó por la nena, después le informó que trabajaría horas extra, por lo que calculaba pasaría por su hija alrededor de las 8 de la noche. 

Pero llegó la hora, anocheció por completo y Cinthia nunca llegó. A pesar de ello, la señora Manuela se quedó tranquila; en otras ocasiones, cuando la joven salía muy tarde de trabajar, su hijita pasaba la noche con la abuela y ya por la mañana iba por ella. Además Cinthia no traía celular ni forma de comunicarse.  

Al día siguiente, a mediodía, Rafael llamó a la casa de Manuela  y preguntó si ahí se encontraba su esposa. Fue entonces que la madre y hermana de Cinthia supieron que la última comunicación de Cinthia con alguien conocido había sido la llamada de las 4 de la tarde.  

Rafael inmediatamente pasó a la casa de su suegra para recoger a la pequeña y de paso se llevó de nueva cuenta el teléfono para poder descargar WhatsApp  y monitorear si su esposa tenía algún mensaje.  

Ese mismo día la familia trató de levantar una denuncia en la delegación Magdalena Contreras, pero no se los permitieron. Alegaron que debían pasar 72 horas. 

sí fue a trabajar. El papá de Cinthia y el esposo acudieron al trabajo para inquirir sobre la hora de salida de la joven. Después de acreditar su vínculo con la desaparecida, en el trabajo les informaron que el 11 de abril Cinthia en efecto se presentó a trabajar, pero no cumplió con ningunas horas extra. La joven firmó su salida a las 4:22 de la tarde.  

Un día después, el 13 de abril, los familiares acudieron a CAPEA. Pidieron  sobre todo revisar las cámaras de seguridad del Metro y aquellas cercanas a la estación del metrobús Hamburgo. Las autoridades aseguraron que le darían trámite. Pero no fue así. Como los videos de seguridad del sistema Ciudad Segura se borran después de siete días, actualmente es imposible recuperar esta información. 

Durante la primera semana Rafael informó a la familia de Cinthia que alguien habría intentado retirar dinero de la tarjeta de su esposa. Esto lo supo porque la joven había bajado una aplicación que envía un mensaje a su celular cada vez que alguien hace un trámite desde su tarjeta. 

Posteriormente, la relación entre Rafael y la familia de Cinthia se enfrió. La familia del joven comenzó a decir que Cinthia se había ido por propio pie y que estaría con otra persona. 

Mariana González, hermana de Cinthia, asegura: “Mi hermana y yo platicábamos todo”. Ese día no pudieron hablar “porque Cinthia y su esposo habían tenido una pelea y Rafael le quitó el teléfono”. Y cuando lo entregó a la señora Manuela estaba completamente borrado, no tenía contactos ni fotos ni mensajes. En muchas ocasiones Cinthia y Mariana hablaron. “Ella siempre me dijo que si algún día se iba se llevaría a su hija, por eso yo sé que mi hermana no se fue por voluntad propia. Ella jamás dejaría a mi sobrina”.

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