Desaparece el día que iniciaba clases

28/10/2014 03:00 Lydiette Carrión Actualizada 02:51
 


Un prefecto de secundaria pública era famoso por “enamorar” a las jovencitas de su escuela. Nunca lo corrieron, ni iniciaron denuncia, ni siquiera lo amonestaron. Hoy, Valeria Rodríguez, de 15 años, está desaparecida, y los indicios apuntan a él. Virginia Cervantes, mamá de Valeria, recuerda que el primer aviso se lo dio una profesora de su hija. Era abril de 2014. Palabras más, palabras menos, la profesora dijo:

—Tenga cuidado porque su hija se está juntando mucho con uno de los prefectos, y éste tiene fama de “enamorar” a las muchachas de último año.

El prefecto se llama Salvador y tiene 28 años. En ese entonces Virginia habló con él y le pidió que se alejara de su hija. También tuvo una conversación con el director de la Secundaria Pública 60, en Valle de Aragón, Ecatepec, estado de México.

El director, en su momento, respondió que nada podía hacer, ya que si bien era cierto que ya se habían presentado incidentes con jovencitas, los padres de éstas nunca habían denunciado penalmente a Salvador. Así que, aunque ya había seducido a varias menores de edad, aprovechando su trabajo en la secundaria, no podían correrlo. 

Así terminó el ciclo escolar. Valeria se graduó de secundaria. Dijo que quería ser chef. Sus padres la inscribieron en una preparatoria privada que incluía la carrera técnica de turismo. Y así pasó el verano, encerrada en casa, esperando el inicio de clases.

El lunes 18 de agosto era el primer día de clases, así que un día antes los padres de Valeria, Virginia e Ismael, le propusieron comprar una mochila nueva en el tianguis al que acostumbraban ir. 

Valeria les agradeció, pero se excusó de ir al tianguis. Dijo que tenía cosas pendientes para su primer día de clases. Les pidió que ellos escogieran la mochila. Los papás se despidieron. Eran las 9 de la mañana. 

Un poco más tarde, Virginia e Ismael llamaron a su hija para preguntarle de qué color quería la mochila. La muchacha no respondió el celular; nadie contestó en el teléfono de la casa. Virginia e Ismael regresaron a las 12. Su hija no estaba, había dejado una carta que decía, en términos generales, que se iba a buscar “la felicidad”.

CAMÁRA CAPTA CUANDO SALE 
Por medio de la cámara de vigilancia de un vecino, en la colonia Jardines de Xalostoc, supieron que la muchacha salió de su domicilio aproximadamente a las 10:30 de la mañana. El registro de llamadas que consiguieron ese mismo día les indicó que entre las 10 y las 10:30, Valeria llamó 10 veces a un solo número de celular, y marcó cinco veces más después de salir de casa. Y a las 10:45 de la mañana apagó su celular y desde entonces nunca más ha sido utilizado. Ese mismo día interpusieron una denuncia en el MP de San Agustín. Supieron que el número de celular al que marcaba Valeria pertenece a Salvador, el prefecto que acosaba muchachitas en la secundaria y que jamás fue sancionado por ello. El lunes, Virginia e Ismael fueron a la secundaria a buscar al prefecto. Éste no había ido a trabajar.

El 19 de agosto, una prima de Valeria recibió una llamada desde un número desconocido. Reconoció su voz. 

—Hola, July, soy Vale —dijo la adolescente–. ¿Ya sabes que me fui de la casa? —preguntó y comenzó a llorar. Después se cortó la llamada.

Pasó un mes sin que ningún conocido recibiera noticias de Valeria. Ésta había cerrado su cuenta de Facebook y ninguna de sus amigas de la secundaria supo dar noticias sobre su paradero. Hasta que el día 19 de septiembre, Virginia recibió un mensaje de texto desde otro número diferente. El escrito decía en términos generales que ella se encontraba bien, que las cosas no habían sido fáciles, pero que la persona que la está ayudando “no es mala”. 

Desde entonces Virginia e Ismael no han sabido nada de su hija. Apenas el 10 de octubre se activó la Alerta Amber.

Google News - Elgrafico

Comentarios