Once años después aún buscan a Fanny

24/11/2015 03:00 Lydiette Carrión Actualizada 12:59
 

El de Silvia Stephanie Sánchez-Viesca Ortiz, Fanny, es quizá uno de los casos más emblemáticos de trata y violencia contra las mujeres por parte del crimen organizado. Este mes se cumplieron 11 años desde que Fanny, de entonces 16 años, caminaba por las calles de Torreón, Coahuila, cuando fue levantada por criminales. A Fanny siguen buscándola.

Fanny fue vista por última vez el 5 de noviembre de 2004. Había asistido a un torneo de basquetbol en su escuela y después se dirigió a la colonia centro a entregar un discman que un amigo de su hermano le había prestado. Llegó a la casa del muchacho, pero no lo encontró; fue a casa de otra amiga porque se percató de que le habían sacado el monedero de la mochila. Le abrió la mamá de la amiga, Fanny le pidió prestados 2 pesos para el autobús a su casa. Eran cerca de las 8:30 de la noche. La jovencita se alejó corriendo para alcanzar el camión, pero en la esquina de las calles Matamoros y Calle 28 desapareció. Ahora se sabe que fue levantada por una célula de Los Zetas.

La Procuraduría estatal inició hasta 2006 (2 años después del secuestro) la averiguación previa L1-AE-004/2006. 

Hipótesis. Se formularon tres hipótesis: que Fanny fue asesinada y sepultada; que es víctima de trata y, finalmente, que fue secuestrada para ser pareja de un importante líder de la delincuencia organizada.

En mayo de 2007, la entonces Fevim (ahora Fevimtra) atrajo la investigación. Para septiembre de ese año Alicia Pérez Duarte, quien era la titular, informó a los padres que Fanny había sido ubicada en Pharr, Texas, EU, y era madre de una niña.

En el mes de octubre Pérez Duarte citó a los padres para pedirles que arreglaran sus papeles para viajar a Estados Unidos. Pero cuando todo estaba listo les dijo que esperaran un poco más. Para diciembre, la fiscal había renunciado, alegó motivos distintos al caso.

Los padres se trasladaron al lugar que les habían indicado. No hallaron rastros de Fanny.

ZETAS. Durante mucho tiempo el caso se detuvo.  En octubre de 2012, la muerte de Heriberto Lazcano Lazcano, “El Lazca”, fundador de Los Zetas, dio una publicidad inesperada.

En uno de esos blogs sobre narcotráfico alguien subió una fotografía supuestamente hallada entre la ropa de “El Lazca” el día que fue abatido. El blog aseguraba que en la foto aparecía el criminal junto a su novia. La novia en cuestión era una joven de unos veintitantos (la edad posible de Fanny para entonces) muy parecida a la muchacha de carita redonda y ojos grandes que había sido levantada años atrás. De inmediato diversos medios de comunicación retomaron la información y la dieron por cierta. 

La familia de Fanny se supo en peligro. Si los enemigos de “El Lazca” daban por cierta esta información podrían incluso buscar y hallar a Fanny, y hacerle daño. Pero la información resultó ser falsa. La joven de la foto no era Fanny. Y el hombre de la foto tampoco era “El Lazca”.

Durante todos estos años la señora Silvia, madre de Fanny, no sólo ha buscado a su hija, sino que se ha convertido en una pieza fundamental de la búsqueda de desaparecidos en su región. Actualmente encabeza el grupo Vida en Torreón, que se dedica a buscar a sus desaparecidos. A raíz del caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Iguala han decidido hacer lo mismo que los familiares en Guerrero: peinar los cerros en busca de sus seres queridos. Hacen lo mismo en los desiertos que rodean Torreón y otras zonas de Coahuila.

Han pasado 11 años y la familia de Fanny no se da por vencida. Siguen buscándola.

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