LIberan a homicida de Bianca Edith

La roja 23/08/2016 05:00 Lydiette Carrión Actualizada 05:01
 

Entre el 8 y el 9 de mayo de 2012, en Los Héroes Tecámac, Estado de México, Francisco violó, torturó y asesinó a Bianca Edith Barrón Cedillo –quien tenía entonces 14 años–, junto con al menos otros tres implicados: David ‘N’, Ricardo ‘N’ y Erick San Juan Palafox. 

La banda puede estar vinculada a la desaparición de al menos una decena de niñas en la zona y con restos humanos hallados en el río de Los Remedios. Francisco fue detenido en enero de 2014. Hoy se encuentra libre. 

Francisco tenía 16 años cuando participó en el asesinato de Bianca, quien era su amiga y su compañera en la secundaria. Bianca lo llamaba “carnalito”, eran amigos, se veían con otros amigos de la secundaria por las tardes y eran confidentes. 

Otros dos de los responsables también eran menores de edad y amigos de Bianca. Sólo su jefe, Erick San Juan Palafox, militar en activo, era adulto al momento del hecho. Francisco fue detenido cuando ya era mayor de edad. 

En el expediente, él y otro adolescente admiten haber participado en la violación, tortura y homicidio de  varias niñas más, y de otros jóvenes –si bien no se les ha podido fincar responsabilidad por estos delitos–. Admitieron vender droga y matar gente por gusto. 

Debido a que eran menores de edad, un juez les dio una sentencia de cuatro años de detención en un centro para menores infractores. Con la nueva Ley General para Menores Infractores, Francisco pudo salir purgando únicamente dos años y medio.

ASESINADA Y DENOSTADA.  Bianca no fue localizada inmediatamente por sus padres. Pasó casi un año en calidad de desaparecida, a pesar de que su cuerpo fue hallado la mañana del 9 de mayo cerca de donde desapareció. 

Durante todo ese año Francisco y los otros adolescentes se dedicaron a convencer a la familia de que su hija se había ido por propia voluntad.  Además, Francisco se dedicó a destruir la reputación de quien en vida había sido su amiga.

La noche del 8 de mayo de 2012, Bianca Edith Barrón Cedillo, de 14 años, salió de su casa en Los Héroes Tecámac con rumbo a la Macroplaza para ver a su ex novio, Eduardo. Después vería a su madre, Irish Cedillo,  ahí mismo. Pero Bianca nunca llegó al centro comercial. 

Desde el 10 de mayo, Francisco y los otros cómplices se dedicaron a enviar mensajes de texto desde el celular de Bianca: a sus padres, al ex novio, a las amigas, a los tíos de Bianca. 

Se dedicaron a difundir que Bianca se habría ido de casa por estar embarazada y porque se habría hecho un legrado. Luego, que se habría involucrado con un hombre que además era secuestrador y explotador de menores. 

Así mantuvieron en activo el teléfono de la joven por más de tres meses, y desde ahí también difundieron información de sus rivales en la venta de droga. Desde ese teléfono, también enviaron mensajes a la madre de otra joven desaparecida.

Meses más tarde, Francisco Matadamas declaró ante el ministerio público que investigaba la desaparición de Bianca: la acusó de promiscua y drogadicta, que se juntaba con varias pandillas y vendía drogas. Dijo que tenía varios novios a la vez y que la noche en la que desapareció iba a ver a dos de ellos. La tachó de mala estudiante y problemática, y que “le respondía a los maestros”. Luego acusó que los padres de Bianca la golpeaban y que por eso ella se habría ido de casa. 

La realidad es que Bianca no estaba embarazada, ni tenía muchos novios, ni quería irse. Sus amigos la habían privado de su libertad, con engaños, y la habían asesinado la misma noche en que desapareció.

Es posible que los otros dos menores responsables también salgan libres pronto.

Próxima semana: La saña de los asesinos.  

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