Yakiri marchará contra la injusticia

09/12/2014 03:00 Lydiette Carrión Actualizada 19:38
 

Exactamente hace un año Yakiri Rubio sobrevivió a un intento de feminicidio; al defenderse mató al agresor, lo que le costó tres meses de cárcel y un proceso legal que aún no termina. Hoy, la joven de 21 años sale a manifestarse contra los asesinatos de mujeres y dedica este día a dos casos que en la última semana han conmocionado a la sociedad mexicana: Liliana, de 12 años, raptada y asesinada en Cuautitlán Izcalli, estado de México, y Erika Kassandra Bravo Caro, de 19 años, torturada y desollada en Uruapan, Michoacán.

La noche del 9 de diciembre de 2013, hace un año, la joven Yakiri salió corriendo semidesnuda y ensangrentada del hotel Alcázar, en la colonia Doctores. Llegó a una nevería y pidió ayuda; le dieron agua para lavarse y llamaron a la policía. Yakiri dio su versión: dos hombres la habían subido a una moto, la llevaron al hotel y ahí la violaron y torturaron. Cuando uno de ellos estaba a punto de matarla con una navaja ella logró torcer el trayecto del puñal.  Después de explicar lo ocurrido, los agentes y la joven recorrieron la zona. Así encontraron la moto; luego a un hombre de 38 años muerto, que en vida llevaba el nombre de Miguel Ángel y cargaba 21 averiguaciones previas en su contra, y al hermano de éste, Luis Omar. Yakiri lo acusó de haber sido uno de los violadores, pero aquél la señaló por haber matado a su hermano.  

Yakiri Rubio Aupart, de entonces 20 años, pasó de víctima a “victimaria”. Estuvo encarcelada durante tres meses, hasta que la presión de organizaciones defensoras de derechos humanos y feministas obligó a que se le conmutara el cargo. 

La acusación por homicidio fue retirada y en su lugar quedó “exceso de legítima defensa”. 

A un año de la agresión que sufrió, Yakiri todavía sigue su proceso en libertad bajo caución. Espera que en enero próximo se dicte sentencia definitiva. En cambio, uno de sus agresores, Luis Omar, no está sujeto a proceso, no se ha presentado a las diligencias y se encuentra en libertad. 

“Estoy en libertad provisional, en caución. Mi segundo agresor no está acusado de ser partícipe de la agresión sexual. Por falta de pruebas. Pruebas que teníamos, contundentes, se nos fueron desapareciendo”, relata la joven con voz grave y segura. 

La joven expresa: “Fui victimizada dos veces. La primera por dos hombres que se dedicaban a delinquir y tenían contactos en la agencia 50, en el búnker”. La segunda vez fue por el Estado. En los aparatos de justicia, expresa, “existe esa cúpula todavía tan machista, misógina, nefasta”. 

Por eso, en este día, y junto a varias organizaciones civiles, Yakiri convoca a una manifestación contra los asesinatos de mujeres. Ésta retoma dos casos recientes que han estremecido a sus comunidades: primero el de la niña Liliana Morales, de 12 años, quien fue raptada en Cuautitlán Izcalli, estado de México, el pasado 24 de noviembre. La niña salía de la secundaria en compañía de dos amiguitos cuando una camioneta se detuvo, bajaron dos hombres, sometieron a la pequeña y luego se la llevaron. El cuerpo de la pequeña fue hallado ocho días después en la colonia en Tultitlán, a unos 10 kilómetros del lugar del secuestro. El caso ha detonado diversas marchas en Cuautitlán Izcalli. Hasta la fecha no hay detenidos.

El segundo ocurrió en Uruapan, Michoacán. Erika Kassandra Bravo Caro, de 19 años, fue vista por última vez cuando salió de su casa, con el uniforme blanco de enfermera, rumbo a su trabajo, el 3 de diciembre. Tres días después su cuerpo fue hallado; presentaba huellas de tortura y su cara había sido desollada. Esto también ha detonado manifestaciones en Uruapan, que exigen justicia.

 

Google News - Elgrafico

Comentarios