Llevan un mes buscando a Olivia y a sus hijas

06/10/2015 14:55 Actualizada 14:56
 

Era el viernes 4 de septiembre de 2015 cuando Alejandro Zamora vio por última vez a su esposa Perla Olivia Mendoza García, de 34 años y a sus hijas Nancy Evelin Zamora Mendoza, de 11 y Daniela Nahomi Zamora Mendoza, de siete. 

Ese día, Perla salió de su casa y se dirigió a la escuela Nicolás Bravo, en la VI sección de Los Héroes Tecámac, estado de México. Es un trayecto de 20 minutos a pie. Dejó en casa el celular, el dinero; no llevó ropa ni documentos de ningún tipo con ella. Salió con lo que llevaba puesto. Tenía junta escolar a la hora de la salida. Alejandro sabe que sí asistió a la junta. Así lo confirmaron autoridades escolares. 

Al finalizar las clases y la junta, Olivia y sus  hijas dejaron la escuela. Todo mundo supuso que regresarían a casa, haciendo el mismo trayecto de 20 minutos. A la 1:13 de la tarde, Alejandro recibió un mensaje desde el celular de su hija Nancy: “Papi, estamos bien. Estamos con mi mamá. No te preocupes”. 

Madre e hijas solían regresar de la escuela a casa entre 1:30 y 2:20. A veces se demoraban comprando algo. Pero nunca llegaban después de esa hora.

Cuando dieron las 3 de la tarde Alejandro comenzó a preocuparse. Marcó al celular de Nancy. Al principio entraba la llamada, pero nadie contestaba. Para las cuatro de la tarde el celular sonaba apagado. Llamó a la familia de su esposa. Nadie sabía nada. Pasó la noche en blanco. Al día siguiente la suegra llamó, le dijo que Perla se habría comunicado con la familia, que habría dicho que estaba “bien”, no dijo dónde se encontraba, pero no podía hablar por teléfono muy seguido. 

Esta es la última vez que alguien tuvo comunicación con cualquiera de las tres. 

Alejandro intentó levantar una denuncia ante el MP. Pero los agentes se negaron. 

Alegaron que, dado que Perla es la madre de las niñas, se las podía llevar sin pedir ningún permiso. En vano, Alejandro trató de explicar que a él no le constaba realmente si Olivia se las había llevado o algo más había pasado. En efecto, dijo, aquel viernes él y su mujer habían discutido por asuntos económicos. Pero no había sido ninguna gran pelea ni nada. Trató de decir que su esposa no se había llevado nada al salir: ni dinero, documentos, ropa. Ni el celular. Y además, más importante aún, había dejado a su hijo, el más pequeño, un nene de cuatro años.

Al final, Alejandro regresó a casa sin haber dejado constancia de la desaparición. Sin embargo, el domingo, después de platicar con algunos vecinos, éstos lo alentaron a que insistiera en iniciar la denuncia. Finalmente, la desaparición de las tres quedó registrada el 11 de septiembre. Las diligencias hasta ahora han sido llamar a declarar a la madre de Olivia, la última persona que habló con ella.  

Hasta ahora, Olivia no se ha comunicado más con su familia. A más de un mes, su mujer tampoco ha hecho trámite alguno para dar de baja a las niñas en la escuela; es decir, no las ha inscrito en ningún otro plantel. El esposo está preocupado por Olivia y sus hijas. 

No cree que Olivia se haya llevado a las niñas de forma voluntaria. “Si fue decisión de ella el irse ¿por qué me dejó al más chiquito? ¿Por qué se fue sin llevarse nada? No me cuadra la idea de que se haya ido por su propia voluntad”.

Google News - Elgrafico

Comentarios