“Sólo quiero saber si mi hija está bien”

05/01/2016 13:02 Actualizada 13:02
 

Michelle Abigaíl Álvarez Luna desapareció el miércoles 11 de noviembre de 2015. Pero esta historia puede remontarse a un año antes, cuando sufrió una agresión que desde entonces la colocó en un estado de profunda vulnerabilidad emocional. 

En 2014, Abi —como todos la llaman— tenía 14 años. Había ingresado al primer semestre en el Colegio de Bachilleres cuando sufrió una agresión. Por suerte el evento no pasó a mayores, pero sí tuvo muchas consecuencias en su vida. La primera fue cambiarse de escuela. Adriana Luna, madre de Abigaíl, explica que su hija no recibió el apoyo necesario por parte del plantel, así que decidió iniciar de nuevo el bachillerato en el Conalep. 

Desde entonces Abi se volvió retraída y le costaba trabajo salir de la casa. Asistió a sesiones periódicas con un sicólogo y entre septiembre y octubre su ánimo mejoró. Un chico de su antigua escuela la buscó y ella pidió permiso para salir con él. Los padres accedieron con renuencia. 

Pero de nuevo recayó en la tristeza. Durante los primeros días de noviembre de 2015 Abigaíl se mostró muy triste. El primer fin de semana se encerró en su cuarto a llorar, recuerda Adriana Luna, quien trató de consolarla.

El miércoles 11 de noviembre, Abigaíl, ya con 15 años, se fue a clases al Conalep Naucalpan 2. Se sabe que la adolescente sí entró a clases y la jornada transcurrió con normalidad.

Abigaíl solía regresar por su cuenta y por lo general mandaba un mensaje de texto a su mamá en cuanto se encontraba en casa, pasando las 3 de la tarde. Pero en esta ocasión Adriana recibió un mensaje a las 3:21 pm, en el que Abi se despedía y utilizaba expresiones inusuales en ella: “Mamá, no charlamos”. 

Adriana marcó a la casa y contestó el otro hijo. Confirmó que Abigaíl no había llegado. Intentó comunicarse con Abigaíl, pero el teléfono ya estaba apagado. Esa misma noche la familia fue al Ministerio Público de Naucalpan. Al inicio no quisieron levantar el acta por la desaparición, a pesar de que Abigaíl es menor. Alegó que se había ido con el novio y debían pasar 72 horas. Adriana tuvo que responder que si no levantaban la denuncia acudirían a organizaciones de derechos humanos. Finalmente levantaron el acta de forma renuente. 

Desde el inicio, la familia de Abigaíl sospechó del muchacho con el que Abigaíl había estado saliendo. De acuerdo con ellos, él ya es mayor de edad. Trataron de localizarlo, pero su teléfono también estaba apagado. 

agente los amedrentó. El 13 de noviembre, la familia fue citada ante el Ministerio Público de Barrientos. Una agente, Nora Guzmán, los amedrentó: por protocolo los principales sospechosos de la desaparición eran los padres, les dijo. Y los despachó. Una semana después, el 1 de diciembre, Adriana regresó y comentó sus sospechas sobre el joven que había estado viendo a su hija antes de que ésta desapareciera. La agente Guzmán entonces la intimidó de nuevo: “¿O sea que todo este tiempo supo dónde se encuentra su hija? Entonces ella no está desaparecida”. 

Hasta la fecha Adriana Luna no tiene copia del expediente de su hija, tampoco se ha rastreado el celular de ésta y la policía no se ha dirigido al probable domicilio del joven sospechoso. 

Adriana no sabe en qué condiciones se encuentra su hija. Quizá está bien y se fue por determinación propia. Pero quizá está mal y se encuentra retenida contra su voluntad. “Yo sólo quiero saber si mi hija está bien. Si ella quiere hacer su vida con alguien está bien. Pero quiero saber que está bien”, resume. Hasta la fecha no tiene certeza de nada. El pasado 15 de diciembre Abi cumplió 16 años. 

“Yo sólo quiero saber si mi hija quiere hacer su vida con alguien está bien. Pero quiero saber que está bien”, Adriana Luna, Madre de Michelle 

 

Google News - Elgrafico

Comentarios