Se enfrían líneas de investigación

03/11/2015 03:00 Lydiette Carrión Actualizada 11:26
 

“Antes, al principio, la gente difundía mucho en redes sociales la foto de mi niña, pero ahora, a lo mucho, en una semana la comparten una o dos veces”.

Así lo relata Esperanza Legorreta,  madre de Evelín Fabiola, quien fue robada el  29 de mayo de 2014. En aquel entonces, en las semanas y meses subsecuentes el rostro de Evelín era compartido por ciudadanos y usuarios de redes sociales. Pero ahora, un año y medio después de su desaparición, nuevos casos ocupan los titulares, y también la policía que lleva el caso parece haber perdido la esperanza, a pesar de que hay tres detenidos y varias líneas de investigación, aunque éstas se enfrían, explica la madre.

Evelín Fabiola Legorreta Alcántara  tenía 9 años cuando desapareció. Sus padres, que horneaban pan para vender, solían hacer una pausa para almorzar a media mañana. Eran pasadas las 10:00 horas cuando la mandaron por tortillas. 

La niña se calzó unos tenis tipo Convers color rosa muy gastados, “casi blancos de tantas lavadas, rotos ya”, recuerda compungida Esperanza. Traía puesto un short corto y no llevaba suéter; el pelo lo llevaba muy largo, hasta la cintura, porque a Evelín le gustaba que su mamá le hiciera peinados.
“¿Sabe?, era mi niña milagro. Pasaron 10 años después de mi segunda hija para concebir a Evelín. Nosotros pensamos que ya no íbamos a tener más hijos. Era nuestra bebé. Nuestro milagro”.

Evelín salió de su casa en Tequisistlán, Tezoyuca, estado de México, con rumbo a la tortillería a las 10:30 de la mañana; pidió prestada una bicicleta negra —rodada 20— a un vecinito, dobló a la derecha sobre la avenida 5 de

Mayo y continuó hasta el local. No había más que 500 metros de distancia de su casa.

Un hombre joven, alrededor de 28 años, la siguió. La dependienta de las tortillas creyó que era algún familiar, porque al salir Evelín se dirigió en sentido contrario a su casa, y el hombre parecía acompañarla, también en una bicicleta. Hay cámaras de vigilancia que registraron los hechos y también más testigos. Así dieron con Emmanuel, un habitante de una colonia vecina, quien había sido denunciado por querer abusar de otra niña. Actualmente continúa detenido y se ha declarado inocente.

“Lo quieren soltar. No sé si es porque cambiaron de agentes o por los (funcionarios) de derechos humanos”.

Se sabe que a Evelín la llevaron en una camioneta hasta Taxqueña. Hay otro detenido, quien relató que Emmauel le pidió llevarla desde el sur de la ciudad de México a otro lugar. Esta persona relató que en la camioneta, al fondo, estaba la niña hecha un ovillo, llorando.

Posteriormente, para octubre de 2014, la pista llevó a los ministeriales hasta Tijuana. Un tío de Emmanuel se dedicaba al tráfico de indocumentados. Repartieron volantes en antros, la calle y tugurios. Una testigo aseguró que Evelín había comprado tortillas en un establecimiento de Tijuana. “Resultó que era otra niña, una más chiquita”. Sin embargo, la pista en el norte no se enfrió. Hubo llamadas desde Estados Unidos que aseguraron reconocer a la niña en una población de California. Esta línea no se ha investigado.

Actualmente hay tres detenidos por el caso y una mujer prófuga. Pero la familia teme que los dejen libres. El caso está estancado. La Procuraduría mexiquense acaba de emitir una recompensa de hasta medio millón de pesos para quien aporte información relevante y certera que lleve a la localización de Evelín, quien actualmente ya tiene 10 años. Como rasgo característico sufre de estrabismo en el ojo izquierdo.

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