Los que apoyan y difunden la Teoría de la Conspiración hacen referencia a que seres superiores al humano están involucrados en varios aspectos de nuestra vida y que son los responsables de que la humanidad este sumida en una constante crisis.
Hace unos siglos todo lo malo que había era causado por “el diablo”, pasaron los años y después se dijo que por “las brujas”, después era por el “Coco”, a finales de los 90 se le llamó: “Chupacabras”.
Llegamos al siglo XXI y se dijo que era por el proyecto “Blue Beam”, un sistema de holografía para formar figuras en el cielo, después se le cambio el nombre a proyecto “Haarp” que es un sistema de antenas ubicadas en Alaska que mandan una señal hacia la atmósfera, éstas regresan y geográficamente puede alterar el clima o se puede ocasionar un terremoto.
Llegamos a la fecha actual y todo lo malo, según los defensores de las conspiraciones es causa por los “reptilianos”, seres inteligentes que habitan nuestro planeta desde hace milenios, se lee en el libro “El pacto. Reptilianos y gobiernos. Un mito contemporáneo”, del escritor español Juan José Sánchez-Oro.
Un ser que actuaría, según se publica “de una manera sigilosa como para ser detectado y reside en bases subterráneas. Sin embargo, hace pocos años semejante criatura resultaba una completa desconocida”.
Tanto es así que dentro de la casuística Ovni a nivel internacional son mínimos los casos que hay de encuentros de seres con forma de reptil y que al menos en México tendremos tres incidentes que hacen referencia, pero hasta donde se tiene conocimiento no hubo interacción con los testigos, por lo que nunca se pudo saber si realmente deseaban gobernar o cambiar nuestro mundo.
El libro “El Pacto” le da seguimiento a este tema y da a conocer que el creador de esta corriente de pensamiento con seres reptiles es el ex futbolista inglés, David Icke, quien ha mencionado “unos híbridos extraterrestres, mitad humanos y mitad reptiles, conviven entre nosotros y administran la Tierra haciendo que los humanos seamos de piedra”.
Esas criaturas escamosas nos utilizarían para alimentarse de nuestra sangre y de nuestra energía emocional, todo lo cual acontecería ejecutado con el pleno conocimiento y complicidad de las autoridades mundiales, los organismos internacionales y las grandes corporaciones.”
Tenemos entonces un pretexto bueno para echarle la culpa a alguien por todo lo malo que suceda en nuestro planeta, ya que como siempre se dice alguien la debe de temer a los reptilianos que “vinieron del espacio y aterrizaron en nuestra imaginación”, es de cierta manera la conclusión a que Sánchez-Oro, llega en un recuento histórico sobre algunos de los hechos más importantes de la vida de los Ovnis, donde se abordan los hechos conspirativos, así como un cúmulo de documentos desclasificados.
