El castillo templario de León

Wow! 21/10/2017 11:34 Yohanan Díaz Vargas Actualizada 11:34
 

La leyenda afirma que en el Castillo de Ponferrada, los Caballeros Templarios guardaron el Arca de la Alianza, a la que se le atribuyen poderes excepcionales.

Tesoros como el Santo Grial, la Copa donde Jesús y los 12 apóstoles bebieron en la Última Cena, así como un fascinante cúmulo de artículos que por años han estado ahí, según la leyenda.

Algunos eruditos e investigadores han tratado de darle sentido a esas historias para encontrar tres de los enigmas más impactantes del Cristianismo hoy en día.

El Castillo de Ponferrada fue construido en 1178 por orden del rey Fernando II de León sobre una enorme roca desde el cual se observa todo cuanto existía a su alrededor, el mismo lugar donde los romanos tenían su fuerte, el Interamnium Flavium, y donde cuentan los especialistas que muy probablemente hubo tribus celtas, es decir, un lugar especial, pero así también por el paso de un abundante río que para esos tiempos era muy importante.

Este enigmático sitio está ubicado en la ciudad de Ponferrada, comarca de El Bierzo, Provincia de León, Comunidad de Castilla y León en España, pero también es conocido como el castillo de las 12 constelaciones, ya que según la historia, contaba con 12 torres, así como diversos signos esotéricos entre sus muros que a la fecha se pueden observar algunos de ellos, pero que su significado ha quedado en el olvido.

Una extraordinaria construcción que entre sus enormes patios y gruesos muros de más de tres metros se dan cuenta de la grandeza de una de las ordenes caballerescas más importantes que jamás haya existido en el mundo.

El castillo fue construido para salvaguardar a quienes deseaban llegar a la tumba del apóstol Santiago, en este sitio tenían que darle cobijo y curar las heridas de quienes así lo necesitaran, así como procurar a los enfermos. 

Se trata, dicen algunos, de “un enclave mágico”, un lugar que se afirmaba “tenía conexión con las estrellas”.

Al cuestionar al ganador del Premio Planeta 2017 con la novela ‘Fuego invisible’, que lo obtuvo el domingo pasado, el escritor español Javier Sierra afirmó que el Castillo Templario de Ponferrada que se encuentra a la mitad del Camino de Santiago, “no era exactamente una fortaleza militar sino una especie de cajero automático, un lugar de depósito de finanzas para los que peregrinaban hasta Compostela y necesitaban dinero en algún momento, usaban letras de cambio, las primeras que existían para continuar su viaje”.

Sierra comentó que el 13 de octubre de 1307 fue el día en que el rey Felipe ‘El Hermoso’ de Francia ordenó el asalto al Cuartel General de Temple de París.

“Con el que se iniciaba el desmantelamiento de la orden de los Caballeros Templarios y se les acusaba de herejía contra los principios básicos del Cristianismo, pero en realidad se convirtió en una especie de asalto a lo que era la orden más próspera y rica de esos tiempos”. 

Lo cierto es que las leyendas sobre este castillo, un espacio que impresiona, un lugar construido con piedra oscura, de gruesos muros que parecía ser el lugar donde despachaba el dirigente de esta construcción, una zona muy tranquila, un lugar que ofrecía un calor tan familiar como cuando nos dan un abrazo muy afectuoso, un sitio que al hablar no había eco a pesar de que estaba completamente vacío, me quedé absorto de sólo pensar que tenía cerca de 900 años de antigüedad y que estaba erguido como un poderoso guerrero, que ha sufrido, desde luego, de diversas reconstrucciones, pero eso no implica que la magia que rodea a este lugar haya muerto, al contrario, sigue vivo a la espera de que alguien encienda el fuego de la grandeza de ese pasado lleno de conocimientos profundos.

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