Un binomio perfecto es la relación que existe entre los objetos voladores anómalos y los sismos de diversas magnitudes.
México no es ajeno a los avistamientos de Ovnis antes, durante o después de los sismos o terremotos, es un hecho extraordinario cuando nos damos cuenta que se ha documentado en video la presencia de estos objetos durante los movimientos telúricos y no sólo aquí, sino en diversas partes del mundo.
El 8 de febrero de 2010 a las 18:47 horas se registró un temblor en la Ciudad de México, con una magnitud de 5.9 grados Richter con un epicentro registrado en Oaxaca.
A las 16:00 horas, Alejandro Mandeur, ubicado en el sur de la ciudad, captó con su cámara fotográfica desde la azotea de su centro laboral, a un objeto con forma de lenteja de color amarillo, que en la parte inferior proyecta una sombra hacia el lado izquierdo de ese aparente plato volador. En esta imagen tenemos varios puntos de referencia como los edificios, las casas y los árboles; y en tercer plano, vemos al volcán Iztaccíhuatl.
AVISTAMIENTO. Otro caso que le ha dado la vuelta al mundo se registró el viernes 22 de mayo de 2009 con un sismo de 5.7 grados en la escala de Richter.
Este sismo sacudió la zona central de México a las 17:15 horas. Se trató de un movimiento reportado por el Servicio Sismológico Nacional con un epicentro en Puebla.
El cazaovni, Pedro Hernández, captó en video a un Ovni que expulsaba esferas y que sobrevoló la zona de Ciudad Satélite en el Estado de México.
De éste se desprendieron cerca de 100 objetos que se dispersaron por la ciudad. Ante estas evidencias podemos concluir que hay una relación directa entre los sismos y los Ovnis.
