Acusan a skater de feminicidio de su novia
Victoria Pamela Salas acababa de cumplir 23 años, le gustaba el rock, arreglarse y trabajaba para mantenerse. Su madre, Consuelo, narra que uno de los principales objetivos en la vida de la joven era trabajar para darle un hogar a sus padres. Amaba a su familia.
“Ya casi pasaron dos meses y todavía no lo creo”, narra Consuelo. Todavía no digiere que su hija fue asesinada el pasado 2 de septiembre en el hotel Novo Coapa.
El día anterior al feminicidio, Victoria se vio con Mario Sáenz, un skater (profesional de la patineta) de 29 años, con quien llevaba año y medio de noviazgo. Entraron juntos al hotel. Cinco personas los identificaron. Por la madrugada, él salió, dijo que ella se quedaría un poco más. Victoria fue hallada asesinada en la habitación.
Ocurre en casi todos los feminicidios. La prensa, las autoridades o el sospechoso se dedican a destruir la reputación de la víctima. De pronto, la mujer asesinada es juzgada, tachada de perdida y el presunto asesino se convierte en un incomprendido, en un inocente. Así ocurrió recientemente con Lesvy Berlín, asfixiada en Ciudad Universitaria, cuyo novio la acusó de alcohólica, ‘nini’ y suicida. Lo mismo pasó con Mara Fernanda, la joven que desapareció al tomar un Cabify en Puebla el pasado 8 de septiembre y fue asesinada por el chofer; muchos la atacaron: por qué se había ido de fiesta “en vez de estar estudiando”. O con Sandra, la adolescente de 17 años que fue descuartizada en Tlatelolco hace unos años.
Paso 1, denigrar a la
víctima. Fabián Pasos es un youtuber (tiene un canal de YouTube) que se prestó a defender públicamente a Mario Sáenz. Dijo: “Tengo la autorización por parte del manager de Mario Sáenz”, y luego: “Tengo la autorización por parte de sus amigas (de Victoria) para poderte mostrar los audios que tuve con ellas vía telefónica”.
Lo que sigue a continuación es el audio con una supuesta “amiga” de Victoria. Pero es una entrevista anónima. En periodismo, el anonimato en las entrevistas sólo se justifica si la información proporcionada pone el riesgo la vida del entrevistado o de alguien más, o si se trata de una víctima de delitos sexuales, pero se falta gravemente a la ética si no se identifica a quien emite opiniones.
Esto a Fabián Pasos no le importa. La supuesta amiga dice que Victoria era alcohólica, drogadicta y que últimamente se ponía muy agresiva... No hay forma de saber si la voz es en realidad una amiga de Pasos o de Mario Sáenz.
El youtuber agrega: “Quiero dejar claro que yo no estoy satanizando a Victoria Salas en su consumo, sin embargo, el abuso de este tipo de sustancias te puede acarrear problemas y este tipo de problemas te puede llevar a tu propia muerte…”.
Mario, sospechoso. Consuelo narra: “Desde el principio, cuando los ministeriales nos vinieron a buscar, abordaron el nombre de Mario Sáenz. Ellos me preguntaron que dónde vivía, dónde estaban sus tiendas, qué lugares frecuentaba”. Le preguntaron hasta el nombre del hijo.
Lo único que favorece a Mario es que, supuestamente, cuando ocurrió el asesinato, ni las cámaras del hotel, ni las de afuera, servían. Pero esto también es sospechoso. “Sí había cámaras”, recalca la madre. “Es un hotel de mucho prestigio”.
Mario fue detenido en un inicio, pero un juez le otorgó la libertad. Los abogados que la familia ha consultado recalcan que hay suficientes elementos para detener a Mario, sin embargo, él sigue libre.
Mientras, Consuelo sigue extrañando a su segunda hija: la manera en que la llamaba “chula”, la forma en que siempre estaba en contacto con sus papás y cómo quería darles una casa.
