La "bombita" no es un mito

29/08/2014 03:00 Cecilia Rosillo Actualizada 03:26
 
Tener un pene nuevo, que sí funcione cuando el original ha empezado a fallar, es una realidad. Y es que de los problemas sexuales masculinos, la falta de erección es uno de los más complejos a enfrentar; por ello, la medicina ha desarrollado tecnologías que permiten a los varones recuperar la erección.
 
Para este efecto, se utilizan las prótesis de pene que se colocan cuando el mecanismo de la erección está dañado, al extremo que no responde a ningún medicamento ni tomado ni inyectado. 
 
Estas prótesis son unos tubos que colocan dentro del pene para propiciar la rigidez necesaria que permita la penetración y el buen desempeño sexual. De hecho, existe una amplia variedad de prótesis para penes y todas ellas permiten tener relaciones sexuales normales ya que alcanzan un alto grado de rigidez.
 
Por lo regular, las prótesis peneanas se dividen en dos grupos: las que se conocen como maleables y las de tipo hidráulico.
 
Las primeras son tubos rígidos pero flexibles que se insertan dentro del pene de manera tal que éste siempre esté erecto. Los pacientes que lo usan, con sus manos colocan el pene hacia abajo y cuando  van a tener relaciones sexuales lo colocan hacia arriba, igualmente con ayuda de la mano.
 
Las que son de tipo inflable se fabrican en varios modelos que consisten en cilindros alojados en el cuerpo del pene y  a través de un mecanismo especial es que se activa por el propio paciente que se llena de líquido (simulando la irrigación sanguínea natural del pene) y se consigue la rigidez necesaria para la penetración.
 
Cuando la relación sexual se ha terminado, el paciente desactiva el mecanismo haciendo que los cilindros vacíen el líquido y regresando al pene a su estado normal de flacidez. De hecho, cuando se desea una erección, se aprieta suavemente con la mano varias veces la “bomba” escondida en el escroto que hace que el líquido levante el pene, de manera que la erección puede controlarse y sostenerse por el tiempo que el hombre desee; y de igual manera, cuando con la mano se activa la barra del escape, el fluido de los cilindros regresa al reservorio donde se vuelve almacenar y el pene regresa completo a la normalidad.
 
Una de las cosas que se consigue con estas prótesis es que la erección sea muy similar a la de origen natural, aunque hay dos cosas que la diferencian; una es que el pene no se pone caliente y la otra que el glande no aumenta su tamaño.
 
Las prótesis están garantizadas de por vida, aunque ningún especialista puede predecir la vida útil total  de estos aparatos, ya que como todos los dispositivos biomédicos, las prótesis de pene están sujetas a desgaste o  fallas en el transcurso del tiempo, y se cree que esto sucede en el 5% de todos los casos.
 
Estos aparatos se colocan a través de una cirugía que no daña la producción de espematozoides ni el reflejo eyaculatorio, así es que la fertilidad del varón se mantiene íntegra.
 
De hecho, en el momento del acto sexual la mayoría de las mujeres no se dan cuenta que la pareja tiene una prótesis. Sin embargo, antes y después de la relación quienes tienen una prótesis maleable tienen el pene erecto, sólo que hacia abajo lo cual es notorio y evidente para la mujer. Las prótesis hidráulicas pasan totalmente desapercibidas porque el pene asume su estado de flacidez.
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