Hola. Tengo un problema, conocí un chico de 19 años y la cuestión es que tengo 32. La verdad cuando hablo con él no siento que esté hablando con un chiquillo, y la cuestión es que me gusta demasiado y yo a él. Las personas a mi alrededor no lo ven bien, y creo que tienen razón, es algo antinatural, y aunque yo no aparento la edad que tengo, sé que la tengo y siento que debería parar de verlo, pero realmente me gusta y la cuestión es que hace mucho no me gustaba nadie, había perdido el interés en todos los hombres y no quería nada con nadie, y ésto pasó de la nada. En este momento me siento muy confundida y ya no sé si debería dejar de verlo, pues quizá lo que estoy haciendo está mal, pero me cuesta, de verdad cuando estoy con él, no siento que haya una diferencia de edad. Ayúdenme, ¿qué debería hacer? Agradezco sus consejos. Laura P.
La diferencia de edad por si misma no es el problema, en personas tan jóvenes como el chico que te gusta de 19 años, las experiencias de vida y la madurez no alcanzan mucha veces para hacer funcionar la relación. Mientras él está en una etapa de concluir estudios o iniciar el estudio de una carrera, salir con amigos y andar de fiesta, quizá tú ya estás con un trabajo más estable, solventando tus gastos y siendo más independiente. Probablemente él aun viva con sus padres y no tenga medios ni para afrontar las salidas contigo. Las relaciones de pareja con gran diferencia de edad funcionan cuando ambos están en la misma frecuencia, cuando ambos tienen satisfechas sus etapas de desarrollo personal (trabajo, estudios y hasta hijos) tienen un plan de vida compatible y metas que abonan a la relación. Solo tú puedes decidir sobre esta relación, pero debes ser consciente que le falta madurar.
Yo tengo 29 y él tiene 43 años, no sé si es por problemas de salud o edad (cansancio, estrés), o porque yo le pido con regularidad que tengamos sexo, pero lo cierto, es que es indiferente, frío, no es romántico, promete cosas que no cumple, solamente quiere andar metido en su celular, se duerme rápido, evita hablar conmigo y cuando estoy triste se va a hacer cualquier cosa para no oírme y menos decirme palabras de aliento, no me abraza, no me acaricia, no me besa, pero dice que me ama. Yo me le insinúo para que mejoremos, le pido que vayamos a terapia, pero termina diciendo que para después, le digo directamente que tengamos sexo y le hago cosas que lo despierten y él me dice que el sábado, el sábado llega y dice estar muy cansado, le confronté y dice que no siente nada, ni tiene deseos de nada. Percibo que como mujer no le inspiro nada y es un bloqueo mental que tiene para castigarme con no tener sexo, porque cree que yo le haré daño, pero tampoco quiere que nuestra relación acabe, por su frialdad, indiferencia y yo estoy muy deprimida. Me confesó que sus relaciones anteriores las terminó porque siempre le celaban y le reclamaban. A pesar de ser celosa, él no quiere terminar la relación conmigo. Carolina.
Es muy complicada una relación donde uno de los dos no pone de su parte. Si él no quiere ir a una terapia de pareja, que les urge, quiere decir que en realidad no tiene voluntad de hacer que lo suyo funcione. Su relación no tiene ningún futuro, en estos casos es mejor terminar. Piensa que no estás recibiendo nada y estás desgastándote emocionalmente. Toma la terapia para que puedas cerrar este círculo y llegues con las heridas sanadas y libre de fantasmas a tu siguiente relación y sobre todo para que controles tus celos que en ningún momento te sirven para desarrollar tu sexualidad plenamente.
Tengo una duda. Me encanta el sexo sin tabues, tener más de dos orgasmos, pero sobre todo disfrutar con una persona igual de apasionada que yo. ¿Soy pervertida? En mi casa estas cosas son muy mal vistas. Atsiri M.
No, no eres pervertida, es lo mínimo que una persona pueda desear para su vida sexual, pero por cuestiones culturales estas expresiones han sido tachadas negativamente. Lo que es importante es que seas responsable y dentro de ese deseo de vivir sin tabues tengas claro que debes cuidarte y cuidar al otro por ello, no se vale dejar de lado los anticonceptivos ni el condón para evitar el embarazo no deseado ni el contagio de enfermedades. Antes que una mujer tuviera condones era muestras de una vida sexual disoluta, hoy es un requisito de salud.
