Pareciera ilógico que el amor lleve a destruir lo más preciado que se tiene, pero el problema está en que en realidad el sentimiento que se vive no es de amor, sino de una gran codependencia, vacíos afectivos, abandonos emocionales que se tratan de superar con la presencia de la otra persona. Así, cuando una persona tiene ineptitud para conducir su vida, teme perder al otro y manifiesta celos patológicos, miedo al rechazo, baja autoestima, intolerancia a la frustración o impotencia para lidiar con el rechazo, también tiene incapacidad para vivir con el éxito de los demás y llega a cometer el llamado crimen pasional. Compra El Gráfico y descubre más detalles sobre este tema en tu edición impresa de hoy.