A ninguna le he dado por detrás

Sexo 07/03/2016 09:02 Actualizada 09:04
 

¿Por qué les cuesta tanto trabajo a los hombres expresar lo que van sintiendo en cada uno de los momentos que constituye una relación sexual completa?

INDIRA, LA PARLANCHINA

La comunicación no solamente es verbal. En general los hombres son más visuales y menos vocales. Las mujeres estamos mucho más acostumbradas a verbalizar. Las caricias son un tipo de lenguaje, pero en realidad cada uno debe pedir lo que va necesitando. El reto está en tratar de entender que a veces no les es natural hablar, y les cuesta trabajo romper el silencio. El típico "dime que me quieres", más los bloquea. Para un hombre hablar de sus sentimientos es como para muchas mujeres desnudarse en plena luz. Son muchos los que pierden la inspiración en el momento de amar por tratar de satisfacer a mujeres con necesidad de escuchar piropos.

Estoy a dos de divorciarme. Se me hace absurdo que mi marido teniendo todo lo que necesita sexualmente en su casa busca y busca aventuras en la calle. Deslices, frees, putas y casadas... nada le parece suficiente.

ESTELA, LA MONÓGAMA

Ese es un problema biológico, que mezclado con la inseguridad y el machismo termina siendo una búsqueda sin fin. Los hombres están condicionados de manera natural a repartir su semen porque se encargan de la cantidad de la especie, mientras que las mujeres se encargan de la calidad de la misma. En épocas y sociedades como la nuestra existen muchos hombres y mujeres que necesitan de la energía de más de una pareja; es imprescindible que cada persona exprese sus necesidades de manera abierta para llegar a acuerdos, decidir las reglas y que éstas sean equitativas porque si sólo uno tiene derechos, la relación termina por desgastar a la pareja y en lugar de unirse se separan.

De todo lo que se hace en el sexo, lo que más disfruto hacerle a una mujer es el beso negro, tan es así que casi he llegado a tener un orgasmo sin siquiera tocarme; el problema es que sólo una de mis parejas me ha dejado realizarlo, por eso en algunas ocasiones he recurrido a sexo servidoras. ¿Hay algún riesgo aunque lo haga con mucha, mucha higiene?

CEZAR, EL BESOS NEGROS

El riesgo principal es el intercambio de bacterias, parásitos y hongos que causan fuertes infecciones. Te aconsejo que se bañen antes con agua y jabón el culo, además vale la pena romper el hielo en la ducha. Cuidado, el gel de alcohol no es recomendable, arde como la chingada, pero vale la pena ponerse un poquito de pasta de dientes para refrescar la cola.

Yo siempre le he querido preguntar ésto a las lesbianas: cuando dicen "cogimos" ¿A qué se refieren exactamente?

ELKE QUIERE SABER

Se refieren exactamente a venirse, al hacerse llegar al orgasmo mutuamente. Las mujeres pueden coger durante horas y llegar al orgasmo muchas veces; el intercambio sexual no depende de la penetración. La reciprocidad sexual, la química y la comunicación no es algo privativo de los heterosexuales ni de los hombres por tener pene. Además, las lesbianas también utilizan dedos, lenguas, vibradores y todo tipo de juguetes con los que pueden simular la penetración.

Con ninguna de mis parejas he podido hacer sexo anal. ¿Hay mujeres a las que les gusta la penetración por el culo o solamente lo hacen para satisfacer a los hombres que saben cómo pedirlo?

ELITO, EL CURIOsITO

Definitivamente el sexo anal es gozoso, hay que hacerlo con cuidado y cariño. Muchas mujeres han tenido malas experiencias porque los hombres pueden ser torpes y una mala experiencia te deja una huella de dolor importante. Quienes la tienen pequeña y delgada son excelentes desvirginadores anales y las mujeres agradecen mucho sentirla dentro cuando no sienten dolor. Hay mujeres que sufren hasta desmayos, pero las que pueden soltarse y disfrutar se vuelven locas de felicidad. La relajación, los lubricantes y el condón son básicos. 

He notado que una vez que cumplo las fantasías sexuales con las que sueño se me pierde por completo el nivel de excitación. Me pasó cuando me cogí a dos viejas, cuando lo hice en el baño de una cafetería y cuando me di a la mamá de mi novia. Entonces me pregunto, ¿debo o no cumplir mis fantasías? 

ROSSO, EL FANTASEOSO

La fantasía y la realidad no son lo mismo. Siempre aquello que imaginamos, se queda corto cuando se vuelve real. Así con la chava de tus sueños, con un viaje al fin del mundo o hasta con aquel pastel de chocolate, una vez que lo pruebas, puede ser decepcionante. Realizar fantasías y tener nuevas es parte de aquello que no debemos dejar de hacer, es seguir deseando, seguir soñando.

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