— ¿Quién es Laura Guadalupe Zapata Miranda?
—Guao, pues es muy difícil describirme porque tengo mil palabras que me definen, soy un ser humano polifacético, tengo muchas aristas. Tengo muchas imágenes, emociones, sentimientos, contengo una multitud.
—¿Edad?
—Eso sí no te lo voy a decir, jajaja.
—¿Estado civil?
—Soltera.
—¿Profesión?
—Soy maestra de educación física, actriz de instrucción, de profesión, de vocación. Hice la carrera de teatro, soy bailarina, soy semióloga y soy una devoradora de libros.
—¿Bailas?
—¡Claro que bailo! Me encanta la salsa y me gusta la bachata.
—De todas las facetas que mencionaste, ¿con cuál te identificas más?
—Con todas, no quisiera parecer petulante, pero digo que Dios me dio muchos dones y entonces soy feliz cantando, grabando disco, dando clases, grabando telenovela, parándome en un escenario, haciendo una tragedia griega, una farsa, un melodrama, una comedia musical.
—Si tu vida fuera un género teatral, ¿cuál sería?
—Ay, sería una comedia musical.
—¿No sería una tragedia?
—No, tiene sus tintes de tragedia, pero no como un constante.
—¿Es difícil la situación que estamos viviendo en México?
—Sí. Me da mucha tristeza lo que estamos viviendo. La balacera del domingo en el puerto de Acapulco, uno de los lugares que amo, de abolengo, donde se hacían los grandes festivales de cine. Es realmente una tristeza esta ingobernabilidad que estamos viviendo. Me duele muchísimo mi país, por todas las cosas que aguantamos los mexicanos, por las pocas oportunidades que tiene un sector de la población, por todo el cinismo que vemos en algunos gobernantes, por toda la rapiña que estamos sufriendo.
—Eres una simpatizante de Acción Nacional, ¿ estábamos mejor antes o estamos mejor ahora?
—No, yo creo que estábamos mejor antes definitivamente. Lo que pasa en Veracruz es inaceptable, lo de Acapulco, lo permisivo de ciertas circunstancias y de ciertas cosas. En la Ciudad de México, la manera en la que somos avasallados los ciudadanos con las famosas multas… yo voy circulando por las calles sorteando baches, mis llantas tiene chipotes, se me han reventado, y no nos dan nada como ciudadanos y nos exigen de una manera desvergonzante…
—¿Te llama la atención meterte más de lleno a la política pensando en el 2018 o prefieres los escenarios?
—Sí, claro que sí me encantaría porque creo que todos los seres humanos somos políticos por naturaleza y yo soy una mexicana que ama a su país; claro que me encantaría, hay que meter las manos, hay que dar la cara.
—Y hablando de autoridades y ciudadanía ¿ya solucionaste tu bronca de las multas?
—Fíjate que levanté una queja en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos porque es inaceptable que una persona tenga setenta y tantas multas, ni que fuera yo Fittipaldi o en las noches me levanto y me voy a mis arrancones. Es algo que no se puede entender.
—En pantalla, la mayoría de las ocasiones interpretas papeles muy fuertes, ¿pero cuánto te quiebras como persona?
—Pues últimamente ya no me quiebro, tengo una gran templanza. Creo que ya me quebré todo lo que tenía que quebrarme, pues cuando sufrí el secuestro.
—Han pasado ya casi 14 años de esos hechos, ¿la herida ya sanó?
—Pues la herida tardó en sanar seis años. Para retomar mi vida tuve que tardar seis años para recomponerme, para retomar lo que hacía antes de eso.
—¿Fue fácil perdonar a quienes te lastimaron de esa manera?
—El único que perdona es Dios; más que perdonarlos, desde que estaba secuestrada los comprendí, los entendí. No lo acepto, pero no vienen de Marte, son terrícolas, vienen de una familia donde había a lo mejor una mamá abandonada, un padre violador, golpeador. Es lo que nos falta mucho como sociedad para que esto deje de existir y, sobre todo, los medios de comunicación son muy importantes, porque ellos promueven el que “para ser feliz tienes que tener, cómprate el coche tal y serás feliz”, entonces, como somos un país que no lee, pues nos creemos todo lo que nos dicen.
—De los papeles que has interpretado en teatro o televisión ¿cuál es el que más te ha gustado?
—Todos los que he hecho me han encantado. Afortunadamente, porque creo en Dios, no he tenido la necesidad de chambear por decir, “híjole, tengo que chambear”, no. He interpretado muchos y aún tengo muchos por hacer, porque mi vida es ser una artista.
—Si pudieras decirle algo a Yolanda Miranda, tu mamá, ¿qué le dirías?
—Le diría gracias por darme la vida, por ser una mujer valiente, que me hubiera gustado tener más cercanía con ella, ser más su hija y ella más mi madre; y que descanse en paz, que Dios la bendiga y que esté con Dios.
—Y pensando a futuro ¿qué planes tienes?
—Ya tenemos varias presentaciones para ‘Amantes en Concierto’, es un show con compañeros extraordinarios, me llena muchísimo ir a cantar. También estoy en un nuevo proyecto, ‘Celia el Musical’, que es una propuesta interesante. Con Luis Felipe Tovar, Alfredo Adame, Aylin Mujica, Lalo Manzano, Alberto Pavón. Y el 30 de abril, Día del Niño, como parte del Proyecto ‘Leo, luego existo’, del Conaculta, estaré leyendo “El árbol habla”, de Octavio Paz, en la Sala Manuel M. Ponce.
—¿Qué canción le dedicarías a México?
—Una canción de que me dueles, de que no es justo lo que están haciendo, de que no se vale.
—Si tu vida fuera una canción ¿cuál sería?
—‘Gracias a la vida’ o ‘Te agradezco señor’, de Roberto Carlos.
—Si yo te pidiera un consejo para saber qué me compro, qué me recomendarías ¿comprar Simplemente María o María la del Barrio?
—Jajaja, mejor te recomendaría que compraras un libro o que vieras ‘Los Borgia’.
—Con quién te tomarías una taza de té, ¿con Laura Bozzo o con Thalía?
—Ay, jajaja, no me gusta el té.
—Bueno, ¿con quién de las dos te tomarías un café?
—¡Ay no!, pues creo que con Thalía.
