Martha Delgado

Al día 13/04/2016 05:00 Samuel Ocampo Actualizada 05:03
 

—¿Quién es Martha Delgado Peralta?

Una persona apasionada por los temas ambientales. Desde que tengo 16 años estoy abocada a temas ambientales, es mi pasión en la vida. Me defino como una persona de trato sencillo, pero muy estricta y congruente. Soy una persona muy positiva, optimista, no soy rencorosa para nada.

—¿Eres católica?

—No. 

—¿En qué crees, qué religión profesas?

—No tengo religión, soy agnóstica y creo en la existencia de un ser supremo, que nos mueve. Creo mucho en que tú tienes una actitud buena, y si tú das, recibes. 

—Si fueras una flor, ¿cuál serías?

—Me gusta la nochebuena.

—¿Bailas?

—Me gusta mucho bailar, pero lo que más me gusta es cantar.

—¿Ah, te gusta el karaoke?

—No tanto. A mí me gusta que me acompañen músicos talentosos y en vivo. Presencialmente, lo que más canto son boleros antiguos, no muy conocidos.

—¿Cuál es tu bolero favorito?

—Orgullo, de Álvaro Carrillo.

—Si fueras un árbol, ¿cuál serías? 

—Me gusta verme como una palmera.

—¿Por qué?

—Porque crecí entre ellas, en San Carlos, Sonora. Una playa virgen, frente al mar, me despertaba todos los días y lo que veía todas las mañanas era el mar. 

—Después de salir del gobierno capitalino la gente te perdió el rastro, ¿a qué te dedicas?

—La mitad de mi tiempo lo invierto estudiando un posgrado en Medio Ambiente y Sustentabilidad en la Universidad de Harvard, y doy consultorías para gobiernos locales, para alcaldes y alcaldesas. También algunos internacionales. Toda mi trayectoria en los últimos 25 años ha sido el tema ambiental. 

—¿O sea que hiciste una buena chamba en la pasada administración capitalina y por eso te siguen contratando?

—Pues más o menos así, pero también mi trayectoria es muy larga. Yo no entré de la nada ahí. De hecho, cuando tenía 22 años ya era coordinadora de Descentralización de Gestión Ambiental del Instituto Nacional de Ecología.  Te estoy hablando de hace 24 años.

—¿Hiciste un buen trabajo en la Secretaría del Medio Ambiente?

—Yo creo que sí lo hicimos. Tuve un equipo de colaboradores excepcional, que no tengo ninguna duda que ha sido el mejor equipo en la Ciudad de México, con gente muy experta, comprometida, muy poco político, realmente escogí un equipo técnico, con mucha experiencia, con estudios. Tenía a cuatro o cinco directores generales con doctorado. Eso fue lo que nos dio el éxito, un equipo de trabajo de altísimo nivel.

—¿Tuviste colaboradores que continuaron en la Secretaría del Medio Ambiente?

—Sí, pero la mayoría no, eh. Creo que ningún director general, pocos directores de área.

—¿Estamos acabando con el medio ambiente en la Ciudad de México?

—Mira, esa es una tendencia global, no es exclusiva de la Ciudad. Mira, la Ciudad de  México ha sido una megalópolis siempre, cuando los españoles llegaron tenía 200 mil habitantes, había muy pocas ciudades con esos habitantes en el mundo, entonces la Ciudad de México siempre ha sido una ciudad compleja, sobrepoblada, caótica, complicada, dinámica, es su naturaleza. 

—Pero podemos cambiar las cosas, por  ejemplo, uno de los programas que emprendiste fue la reforestación, y ahorita estamos  viendo lo contrario, que talan árboles para construir vialidades, ¿podemos cambiar esto?

—Sí podemos, aunque no podemos ser ultras, es decir, ‘que no se vuelva a tirar ningún árbol’. Hay árboles enfermos, árboles de especies que no son nativas, hay árboles que están estorbando el paso de obras indispensables para la ciudad. Yo creo mucho en el balance de las cosas. Sí tiene que haber más restricciones al respecto, tenemos que impulsar muchísimo la reforestación urbana. Nosotros hicimos el “Reverdece tu ciudad”, más de medio millón de árboles en un año en la Ciudad de México…

—Dicen que la actual administración está echando a andar el mejor programa de reforestación…

—Si es así, qué bueno, vamos viendo cuántos son, de qué tallas, qué lugares, qué cuidados van a tener. Creo que se dejó un camino con Reverdece y se aprovechó esa experiencia, más las nuevas que tienen.  

—Hablando de experiencia, ¿te gustaría volver a ser legisladora?

—Claro que sí.

—¿En estas circunstancias que estamos viviendo?

—Pues depende de qué. Porque la actividad de legisladora me encantó porque pude hacer muchas cosas, incluso siendo independiente.  

—¿No te gustaría el Partido Verde Ecologista?

—Ay, por supuesto que no.  

—Si en este momento el gobierno capitalino te pidiera una opinión para limpiar el aire de la Ciudad, ¿qué   le recomendarías?

—Yo le recomendaría tanto a él como al gobierno federal y al Estado de México,  porque es un tema de decisión compartida,  que se serenen para que piensen bien y retomen un poco el camino de la experiencia exitosa que se tuvo en el pasado en la ciudad, no sólo mía, te diría, sino de muchos. Fueron 20 años de éxito en la gestión de la calidad del aire, en donde cada administración entregó la ciudad mejor que la anterior, cada una. 

—¿Y qué le recomendarías a Tanya Müller, secretaria del Medio Ambiente?

—Lo mismo: que recupere la experiencia de los últimos 20 años.  

 —Supongamos que remueven a Müller y te busca Mancera para suplirla, ¿aceptarías?

—No creo. Y te diría una cosa con sinceridad: tampoco el problema es ella.

—Si fueras un auto, ¿cuál serías?

— No sería carro, sería una bici.

—Y si fueras bici, no te daría miedo enfrentarte a un carro de volteo con placas del actual gobierno capitalino.

—No, no me daría miedo.

—¿Ni que te embista?

Pues no, yo creo que deben tener cuidado.

 

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