Cardona y la nota roja

La roja 28/07/2017 05:00 Ricardo Ham Actualizada 12:19
 

Para los fans del cine de culto y serie B en México, uno de los  apellidos más prolíficos y multifacéticos es el de Cardona. 

Tanto René Cardona padre, como René Cardona Jr., lo mismo dirigían a Capulina o experimentaban en el cine de terror. De esta familia podemos tomar los extremos de la cinematografía, ellos filmaron bodrios como “La risa en Vacaciones”, o rodaron cintas de culto como “Night of the bloody apes”. 

En el caso de Cardona Jr. podemos sumarle la cinta “El crimen del siglo”, filme realizado para el mercado anglosajón, que muestra en la pantalla grande el escandaloso caso del reverendo Jim Jones y el suicidio colectivo de 900 personas en Guyana, el 18 de noviembre de 1978. 

Otro trabajo rodado por el mismo Cardona Jr., pero con la complicidad en el guión de Cardona padre, es la canibalesca crónica de “Supervivientes de los Andes”, basada en el mundialmente conocido caso del equipo de rugby accidentado en la Cordillera sudamericana, cuyos sobrevivientes se vieron forzados a comer la carne congelada de sus compañeros de viaje.

En “El crimen del siglo”, Cardona utiliza como protagonistas de su historia al actor estadounidense Stuart Whitman, encarnando a Jim Jones, pero con la modificación en el nombre, llamándolo Reverendo Jim Jonson, Cardona también llamó a su actor de cabecera, Hugo Stiglitz, quien encarna a un periodista, quizás a aquél mítico camarógrafo de NBC Robert Brown. Por otra parte, en la cinta podemos reconocer el infantil rostro de Edith González y la figura del actor, compositor y comediante Zamorita.

La cinta de Cardona es tan confusa como toda su cinematografía, al inicio del filme vemos una secuencia aislada de un suicidio que aparentemente no tendría relación alguna con la historia del reverendo, a lo largo de la cinta nos es narrado con lujo de detalle los castigos y torturas a los que eran sometidos los disidentes de la secta, observamos igualmente la histórica visita realizada por el congresista californiano Leo J. Ryan, que a final de cuentas funcionó como detonante para que el reverendo enloqueciera y ordenara el asesinato del político y las 18 personas que deseaban escapar junto a él, además de disponer de la vida de 900 personas orillándolas al suicidio colectivo más cuantioso de la historia.

Por otro lado, el reverendo Jones tiene su mejor actuación ante las cámaras en el documental “Killing of America” (1983) extraordinario material videográfico que, entre otros psicópatas, nos presenta al líder sectario, lo mismo al interior de su templo en California, que bailando a ritmo de tamborazos con una serpiente en las manos, impresionantes imágenes logradas por Robert Brown y Don Harris, reporteros de NBC que acompañaron al congresista Ryan durante su visita a Guyana. Robert Brown, camarógrafo, filmó minuto a minuto su propia muerte. 

 

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