Seguramente usted recuerda a Lagrimita, ese payaso que durante años salió en el programa Súpervacaciones, de Canal 5, el mismo que dice: “¡qué baraaaato!”. Pues está de regreso, pero cambia de pista: quiere ser alcalde de Guadalajara, y no es broma. Da a conocer sus razones de por qué lo hace y qué hay detrás del maquillaje. Conózcalo en esta BOCANADA con Lagrimita.
—¿Profesión?
—Ah, pues payaso.
—Si no fueras payaso, ¿qué otro oficio tendrías?
—Sería dibujante, pintor. Me gusta mucho ser productor porque ya lo he sido. Me apasiona mucho esto que estoy haciendo ahora.
—¿Estado civil?
—Casado.
—¿Nombre de tu esposa?
—Patricia.
—¿Hijos?
—Tres: dos grandes y uno chiquito, de 27, 24 y 13…. ¡Ay, arrooozzz!
—¿Nietos?
—Tengo 3.
—¿Qué recuerdas del Circo Morales?
—Ayyyy, qué bellos recuerdos, ¡caramba! Del Circo Morales recuerdo que me metía sin pagar para aprender el ser payaso. Me asomaba debajo de las cortinas de los redondeles y hasta que pedí trabajo. Yo iba a la secundaria y en las tardes me iba a pedir trabajo de “IBM” (y veme a traer esto…). Pero ese fue sólo el pretexto para que me enseñaran a ser payaso, y fueron como una familia los hermanos Morales.
—¿Cuántos años llevas?
—39 años de ser payaso… ¡¡¡Qué barato!!!
—¿Cuál es la aspiración en estos momentos de Lagrimita?
—Ser presidente municipal de Guadalajara.
¿La política es una payasada?
—Desde mi punto de vista, así lo veo.
¿Es una buena época para cambiar de giro o qué está pasando en esta transición, entre la payasada del circo o la payasada que vemos en la política?
—Jajajaja. Yo creo que Lagrimita tiene que seguir siendo Lagrimita. No creo cambiar de giro, porque incluso, hasta en este ámbito, también voy a ser Lagrimita, y no sé quién sea más payaso… bueno sí lo sé, porque ellos imitan a los payasos. Yo hago las cosas profesionales como payaso.
—¿Por qué la decisión de incursionar en la política, sin partido, de manera independiente, y vas junto con Costel, tu hijo, él como regidor?
—Porque estoy, así como muchos ciudadanos, como muchas familias que comentan en el Metro, en su sala, en su casa, estoy también cansado de todo lo que estamos viendo, de lo que está sucediendo. Entonces de alguna manera también Lagrimita tiene amor a su patria y detrás de ese maquillaje, detrás de esos pantalones de color, y esos vestuarios de payaso, también hay un corazón, hay un sentir, hay muchas cosas.
—¿Ya no crees en los políticos?
—Eh… he dejado de creer. Sí quiero creer, quiero creer, incluso yo defendía mucho a algunos, y de pronto se suscitaba que no era lo que yo pensaba. Porque a mí no me gusta que hablen mal de la gente y es por eso que yo decía: “está haciendo bien las cosas, está haciendo esto y está haciendo lo otro”, y de pronto salen cosas funestas en las noticias y cosas hasta cierto punto que te espantan y que te ponen a pensar: ‘¿qué va a pasar con mis nietos y con mis hijos?’, eso me hizo reaccionar.
—¿Por qué contender por la alcaldía de Guadalajara?
—Porque vivo en Jalisco, porque ahí está mi familia, ahí están muchas familias que en mi carrera artística me apoyaron enormemente. Porque tengo amor hacia Jalisco.
—¿Cuáles serán los beneficios para los tapatíos en caso de que ganes?
—Estamos pensando en muchas propuestas, ahorita son sueños que después se convertirán en realidades, pero estamos pensando en algunas. Incluso Costel, mi hijo, me está ayudando, pero por lo pronto son sueños. Sueño con un Guadalajara con mejor seguridad, con más honestidad, con familias creciendo, con padres metiendo la mano al bolsillo y sacando dinero, teniendo menos problemas. Sueño con ese Guadalajara que todo mundo soñamos.
—¿A qué político admira Lagrimita, puedes decir nombres?
—No tengo. Por lo pronto todos se cayeron de mi pedestal. Ya no admiro a nadie.
—¿Quién crees que use más caretas para dar espectáculo, los políticos o los payasos?
—Jajajajaja. Creo que ellos se quieren hacer pasar por payasos; sin embargo, el que tiene algo serio en esta carrera de los payasos creo que lo puede hacer profesionalmente, pues es un verdadero payaso. Este… ellos nada más son imitadores.
¿Tres cosas que diferencian a Lagrimita de un político?
—Pues que soy una persona. Que no soy político, primeramente. Que soy un ciudadano y que pienso como tal. Que me defiendo, que me gusta ser cívico, que me gustan las cosas nobles y la honestidad. Creo que eso me diferencia y espero que así siga, primero Dios.
—¿Tres cosas que no harías como político?
—Jajajaja. Hay muchas, pero de las famosas que todos conocemos, que es no robar, ser honesto y no tratar mal a la gente. Y escucharlos. Yo pienso mucho que en las familias está la raíz de todo.
—Usas guantes blancos, ¿tiene las manos limpias?
—Sí, sí tengo las manos limpias, claro.
—¿Las tendrías como político?
—Totalmente quiero que así sea. Y estoy para escuchar cuando comiencen o quiera alguien hacer las cosas mal.
—¿No tienes miedo de meterte a esa jaula de leones?
—No, no me da miedo. Alguien tiene que enfrentarlo y alguien tiene que hacerlo, que liberarlo, que sonreír, que trabajar, que sacar todo su ser. Alguien tiene que sembrar esa semillita. Alguien tiene que hacerlo porque no puede ser que vivamos siempre así. Hay veces que salimos a la calle y salimos con miedo de que nos vaya a robar más un policía que otra persona.
—Hagamos un ejercicio. Visualicemos un circo, y me dices dónde ves tú al… PRI.
—Luego, luego me imaginé los leones…
—PRD:
—Eh… los elefantes.
—PAN:
—De hecho, el PRI ya es un circo. De hecho a cualquier partido político lo veo como un circo. Si se dan cuenta, están tratando de meter a los leones para sacar la función y, de repente, los leones tienen hambre y se comen al domador y entonces tratan de: “A ver que salga el domador, que salgan los payasos, los trapecistas, porque esto ya se nos echó a perder”, y así sucede.
