¿Se ofendió al leer esto o netamente le valió? Seamos honestos, en México manejamos a la perfección la doble moral. No generalizo, pero sí somos muchos, quizá millones los que nos hacemos de la boca chiquita, pero que le damos duro y tupido.
Este tipo de ‘guarradas’, albures, palabras altisonantes y majaderías, son los verdaderos protagonistas de la nueva versión de El Tenorio cómico que se estrenó este fin de semana en el teatro 1 del Centro Cultural en avenida Chapultepec, en la ciudad de México.
Sin duda, de las cosas más bizarras que haya visto en los últimos años en el fascinante mundo del espectáculo y a la vez, de lo más divertido que me haya tocado presenciar sentado en una butaca.
A mí me encantó y reí como hace mucho no lo hacía en una puesta en escena. Los Mascabrothers, productores, creadores y protagonistas de ‘El Tenorio’, saben a la perfección su trabajo y lo que el público quiere ver. Freddy y Germán dominan el escenario y conocen magistralmente el ‘timing’ que se necesita tener sobre el escenario.
El humor negro, ácido y sarcástico le dan el toque especial y cómico a la bola de groserías que ensalzan este festín de comicidad. Ver la burla que le hacen a Adal Ramones y sus problemas con Hacienda, su recién divorcio y su fallido regreso a la televisión. Por otro lado, ver jotear como nunca al mismísimo Pedrito Sola de ‘Ventaneando’ o bien, mofarse de los periodicazos y revistazos que han recibido cada uno de ellos en situaciones por demás comprometedoras es un gran acierto que me hizo gozar y disfrutar aún más la obra, al igual que todas las personas que estaban a mi alrededor.
El teatro lució abarrotado y no es para menos, esta obra reúne a los mejores comediantes haciendo gala y despedazando la obra original de José Zorrilla, quien seguramente volvería a morirse si viera esta versión por demás absurda y divertida.
Vale la pena ir a verla y por favor no vayan con ojo crítico ni esperando nada. Déjense sorprender y como recomendación, relajen el cuerpo. No te pongas duro y si lo haces, deja que se te vaya riendo, porque así, así es la vida. El que entendió, entendió.
5, 4, 3, 2... ¡CLARKETAZO!
