La Banquetera: ¡Ay nanita; qué rico!

El primer día que llegaron al Distrito Federal, Eduardo Gómez Osorio y su hijo, no perdieron ni un minuto para preparar sus auténticas piezas de pan. Lo hicieron dentro de la cocina de su nueva casa, con sazón y manos de Zacatlán de las manzanas; un Pueblo Mágico ubicado en la Sierra norte de Puebla, donde el pan se convirtió en parte de su vida cotidiana.

A través del tiempo, el calor acumulado por la masa azucarada y los hornos llenos de hogazas, les abrieron camino para rentar un local en Coyoacán. Después de 28 años, lo encabeza Agustín, el segundo hijo de los hermanos Gómez Oropeza.

(Video: Paola Ascencio)

Lo que hace sus creaciones algo diferente, es el proceso. No son harinas precocidas, ni ingredientes cargados de conservadores, en “Panadería de Zacatlán” todo es al día y natural.

Los preparan de todo tipo, almohadillas de colores tostados, conchas de chocolate o de cuerpo blanco, pecositas escarchadas con ajonjolí, morelianas acarameladas, empanadas y rollitos rellenos de mermelada de fresa.

Los hay de tres tipos: el que se cubre con azúcar, que —con canillas curveadas que simbolizan los huesos del difunto y una bolita en el centro, que representa su corazón—, resguarda toda la tradición mexicana “del antropófago de pan y azúcar”. El salado, que barnizado con huevo antes de la fermentación, se salpica con semillas de ajonjolí, adquiriendo un sabor menos acaramelado, o las “ánimas”.

“El pan es muy sabroso y eso de que le ponen queso le da otro sabor al pan. El pan de muerto la verdad está muy sabroso, muy rico. Tengo poquito que la conocí pero ahora vengo constantemente”. Enrique Pérez

Visítalos de lunes a domingo de 7:00 a.m a 9:00 p.m, sobre Avenida Pacífico #350, esquina Eje 10 sur, colonia El Rosegal, delegación Coyoacán.