¡¡BRAVO TV AZTECA!!
Azteca regresó a lo básico, a lo simple, y dio muestra de que no es necesario gastar millones de pesos para comprar los derechos de un formato probado en otros países y varios billetes más en conductores, jueces y demás.
¿Por qué les digo todo esto? Porque la televisora comandada por el señor Salinas Pliego no hizo más que tomar prestados a tres ex alumnos de ‘La Academia’ y los puso a conducir su nuevo programa estelar del fin de semana.
Si no tuvieron oportunidad de verlo, les cuento. Resulta que el contenido es variado, es decir, así como pueden salir dos familias concursando al puritito estilo ‘En familia con Chabelo’ (casi casi armando el gansito gigante), también pueden aparecer niños y señoras cantando, además de los concursos que comúnmente vemos en las ferias callejeras, muy parecido a lo que presentó Televisa años atrás con el programa ‘Llévatelo’, conducido por el desaparecido Paco Stanley. Les aplaudo haber hecho algo tan sencillo que tanto gusta a las familias mexicanas.
Muchos años pensamos que los televidentes nos habíamos vuelto más confusos, más exigentes y, sobre todo, mucho más especiales. Nos intentaron llenar de fórmulas gringas, programas rebuscados, morbo por todas partes, ‘reality shows’, desnudos y violencia que sólo lograron alejarnos más de la televisión para hacernos más amigos de los ‘smartphones’, de las tabletas y hasta de nuestras mismas computadoras.
Nos olvidamos que somos tan básicos como la tabla de 2. Los espectadores no esperamos nada más que olvidarnos de nuestra vida diaria, dejar a un lado los problemas y sonreír sin problema alguno con contenido familiar, risas espontáneas y concursos con los que fácilmente podemos identificarnos. Precisamente esto es lo que logra ‘Viva el show’.
No importa que sea de una televisora competencia, tengo la entereza y la franqueza de aceptar que la televisora del Ajusco le dio en el clavo; diversión sana, sencilla y ligera para un televidente cargado de estrés y problemas que solamente busca algo: pasarla bien.
5, 4, 3 ,2 ¡Clarketazo!
