Policías: Son más rudos en las calles

22/07/2015 11:52 Actualizada 20:24

 

Son héroes y villanos respirando en el mismo cuerpo. En la máscara, la pasión; en el uniforme, el amor a la policía. Viven una doble vida con un solo corazón, porque tanto en la calle como en el ring sacan a relucir la técnica.

Entre llaves y maromas, se conocieron. Su maestro, ‘Centinela de la Muerte’, los invitó. 

Son cinco que representan a 70 enmascarados profesionales que en sus horas de servicio, la gente ubica como servidores públicos.

“Queremos que la gente cambie la imagen que tienen del policía”, comenta ‘El Che’, un oficial de tránsito con 26 años de servicio, quien con ideas revolucionarias desde niño anhelaba ser luchador. 

Hoy, ese sueño lleva el nombre de una persona que para él, representa la libertad y justicia de todo un pueblo: El Che Guevara. 

“El ser policía, atender a la vialidad, frustrar un asalto o ir a un incendio es emocionante y entregamos lo mejor  para el servicio a la ciudadanía. Pero como luchador hay golpes llaves y vuelos. El primero te da vida y el otro la sensación de que la gente te quiere”, explica ‘El Che’, quien junto con sus compañeros, se ha presentado en festivales, eventos de la Secretaría de Seguridad Pública, asilos y orfanatos.

Pero la contradicción de ser amados y odiados dependiendo del uniforme que visten, comienza siempre con el traje azul de vigilantes metropolitanos.  

Mientras que como estrellas del ring son recibidos entre aplausos, afirman que a veces, como policías, la gente olvida que detrás de ese uniforme también hay un ser humano.

“Los granaderos somos la base para sostener la seguridad de los ciudadanos durante las marchas y a veces ponemos en riesgo nuestras vidas para protegerlos. La lucha libre me ha enseñado cómo contener, cómo respirar y cómo pararme cuando delante de mi hay gente agresiva que nos recibe con piedras, bombas molotov, ráfagas de gasolina, palos y botellas”, explica ‘Centella Azul’, nombre que para este otro luchador, representa la rapidez con la que el agrupamiento de granaderos llega a las emergencias. 

‘Centella Azul’ cuenta que esto de ser “buenos” y “malos” en el mismo lugar, ya les ha pasado. Un mes después de que los habitantes de San Mateo agredieran a los policías, mandando incluso a algunos directo al hospital, por azares del destino se concretó un evento de lucha libre en la zona. 

“Después de que los vecinos nos apedreaban desde sus casas fuimos a luchar a esa colonia y a la gente le gustó tanto, que se formaba para pedirnos fotos y abrazarnos, tal vez nunca supieron que éramos los mismos”. 

Para ‘SWAT’, un elemento preventivo que lleva 11 años de servicio en el Sector Ángel, la lucha libre es un deporte maravilla que le da fuerza para seguir adelante. “Para una persona, en el mismo lugar podemos ser los malos y los ídolos o ejemplos a seguir”. 

Él como ‘Loquillo’, un policía de tránsito desde hace 18 años, piensa que durante su servicio, es importante tener paciencia cuando los conductores que violan el reglamento, los insultan al momento de la detención, los interrogan o ponen en duda su trabajo. Para ambos, la lucha libre es su punto de fuga para no quebrarse.  

“Aquí saco todo ese estrés para no caer en el juego del conductor y lo hago por medio de bromas juguetonas sobre la arena”, afirma ‘Loquillo’.

Con 23 años de granadero en la zona oriente y 10 años como luchador, para ‘Sangre Infernal’, la fuerza y el coraje los lleva en el nombre: “Me puse ‘Sangre Infernal’ por mis compañeros caídos, el derramamiento de sangre que la corporación ha tenido y el infierno que todos pasamos durante los enfrentamientos”, explica.

Él, junto con sus compañeros, lleva en el corazón las palabras con las que se presentan sobre el ring: “Policías luchadores”.

Pero toda esta magia sobre la lona no sería posible sin un maestro. Para ‘Centinela de la Muerte’ es un orgullo ver que cuando sus muchachos luchan con buena técnica, salen victoriosos.  

“En un evento fuimos como policías luchadores y llegaron los de la AAA y el Consejo Mundial. Nosotros nos sentíamos chiquitos porque pensamos que la gente no nos iba a hacer caso, pero cuando nos presentaron como Policías luchadores de la SSP, la gente se formaba para tomarse la foto con nosotros”, comenta ‘Centinela’, quien tiene 32 años de servicio en la policía.

Alumno de importantes maestros de la lucha como Raúl Reyes, ‘Los Villanos’ y el ‘Supermuñeco’, lo más importante que ‘Centinela’ transmite en esta academia es la pasión por la lona.

“Malos” y “buenos”, “héroes” o “villanos”, cuando se quitan los trajes eso ya no importa. 

Son personas que hablan de sueños, anhelos, esfuerzo y capacidad. Justo como cualquier ser humano, tuvieron un deseo y han hecho todo para cumplirlo, amados u odiados son firmes en sus decisiones. Con sus actos afirman que por sobre todas las cosas, lo importante es jamás abandonar la ilusión.

Video: Tanya Guerrero

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