LA DICTADURA PERFECTA
---->Dicen que cuando vas al cine a ver La dictadura perfecta automáticamente recibes una credencial que demuestra tu afiliación a Morena.
Recibí mentadas de madre, “piropos” hirientes y por qué no, de puto y drogadicto no me bajaron. No es algo nuevo, yo mismo lo declaré y no me causa molestia alguna. Mucho menos me avergüenza decir que en efecto, soy un drogadicto en recuperación y un homosexual libre en un país que poco a poco nos muestra más tolerancia al respecto.
Si bien, las redes sociales son personales y cada quien es responsable de lo que escribe en ellas, esta vez, tal y como siempre lo he hecho, doy la cara y les expongo lo que pienso al respecto.
Está película, dirigida por Luis Estrada, muestra al gobierno actual del PRI y los supuestos “manejos” que tienen con algunos medios de comunicación y líderes empresariales de México.
Estoy a favor de la libertad de expresión y aplaudo que cada vez exista más apertura en los medios (impreso, auditivo, visual, digital). Me gusta que exista cualquier tipo de crítica porque a final de cuentas, siempre llevan un mensaje detrás que nos hace reflexionar y nos hace ver la opinión de otras personas fuera de nuestro círculo. Para mí, la democracia se hace presente con este tipo de trabajos que, sin tapaduras y sin miedo a las repercusiones, puedan ser expuestos al público en general.
Cada quien tiene la libertad de escuchar, ver y dar su punto de vista, eso me queda claro. En diversas réplicas que recibí en mi red social, escribían que soy un lame botas del dueño de Televisa, el señor Emilio Azcárraga y que seguramente me “obligaron” a publicar dicho tuit argumentando que la televisión sólo idiotiza y que no cumple con su fin, que es educar.
Señoras y señores, temo decirles que están equivocados. Si quieren recibir educación y elevar su nivel cultural, mejor pónganse a leer y a estudiar en escuelas, en universidades. En efecto y contrario a lo que muchos piensan, la televisión no está hecha para educar sino para entretener. Esa en la principal función de la llamada “caja negra” de la sociedad actual.
Abiertamente les digo que aplaudo su posición de defender a su partido. Mi publicación nunca fue con la intención de exponerlos ni mucho menos, ofenderlos, insisto, fue sarcasmo puro y si en algo les afectó, les ofrezco una sincera disculpa.
Twitter y cualquier red social, son sólo eso y lo escrito, no es más que libertad de expresión, tal y como los realizadores de dicha película la tuvieron al filmarla y exponerla en más de mil 200 salas de todo el país. De igual modo, ustedes tienen la libertad total de seguirme mentando la madre y exponiendo lo que gusten, así como yo tengo la libertad de publicar lo que se me de la regalada gana.
De eso se trata, de no quedarnos callados y de manifestar nuestras inquietudes y opiniones reiterando lo que he tratado de decirles, yo me hago responsable de lo que digo y escribo, no de cómo lo tomen.
Desmiento categóricamente sus mensajes equívocos y con orgullo les informo que nunca nadie, a lo largo de 15 años trabajando en dicha televisora, me ha obligado a decir o hacer algo que vaya en contra de mi ética profesional, misma que se avala en decir lo que pienso y siento.
Sobre La dictadura perfecta y entrando en materia, si me preguntan qué me pareció, puedo decirles que es una película provocadora, pero es sólo eso, una cinta. Las actuaciones están por demás exageradas y a mi parecer, no está bien llevada y planteada la historia lo cual la hace sosa y en varios momentos aburrida.
Los invito a que la vean, es una comedia mexicana de sátira política, que busca recaudar millones de pesos en base a un tema por demás controvertido. Bien dicen que hablar de política, religión y futbol siempre tendrá como resultado alborotar al gallinero tal y como sucedió en mi cuenta de Twitter este fin de semana.
5, 4, 3, 2 ¡CLARKETAZO!
