LA BANQUETERA

16/01/2015 04:30 Paola Ascencio Actualizada 22:38
 
A las seis de la mañana, Ikumi Koshii-ishi y Carlos Hernández  preparan su suave y oloroso pan. Sus ricas piezas horneadas al estilo japonés, son tan demandadas que minutos después de abrir el local, sus dulces y saladas hogazas desaparecen entre las manos de sus clientes. 
 
La panadería se llama  “Maru Koshi Bakery”, y aunque no está ubicada en Japón, la encuentras sobre la calle Tokio, en la colonia Portales, desde hace dos años. 
 
Fue Ikumi Koshii-ishi, una joven originaria de Japón, quien decidió perseguir su sueño de abrir una panadería. Tras unos años de trabajo como maestra de japonés en la ciudad de México, su vocación por la cocina y la pasión por su aspiración, la llevaron a edificar —con harina y esfuerzo— este lugar que conquista a quienes prueban  su esponjoso pan.
 
Tras una estancia en México,  Ikumi regresó a su tierra natal para aprender a cocinar panecillos de forma tradicional; ahora en el Distrito Federal,  con ayuda de Carlos Hernández, amasan, elaboran y hornean alrededor de 300 piezas diarias dentro de su calurosa y acogedora cocina. 
 
Con canastas repletas de diferentes panes de colores y sabores como conchas japonesas, cuernitos, pari-pari, panes de caja artesanales, aquí el sabor cotidiano se rompe con el encanto asiático.
 
Y aunque los ingredientes utilizados son los mismos que en cualquier panadería, la clave está en la fermentación, la preparación y el horneado. 
 
Sus creaciones dan como resultado blandas e hinchadas figuras de masa calientitas y llenas de sabor que se desbaratan ante la primera mordida. También hay  galletas crujientes y tostadas escarchadas de canela y azúcar. 
 
“Todo está en la textura del pan y la preparación. Para nosotros lo importante está en brindar la calidad y el servicio que se da allá. Por eso nosotros no sacamos ningún pan que no nos guste”, asegura Carlos, quien ha apoyado a Ikumi, desde el principio.
 
Del pan cocinado al estilo oriental, aquí puedes escoger desde lo más dulce hasta lo más salado. Si eres de los que les gusta lo acaramelado, compra por 10 pesos, una pieza en forma de manzana, rellena de acaramelada crema pastelera y trocitos de esta fruta natural, que deleita con su  empalagoso sabor.
 
Si prefieres algo más ligero, puedes optar por el rollo de leche de color claro, confitado con cristales de azúcar, o un suave pan de mesa con trozos de nuez, barnizado con huevo y relleno de queso crema.
 
Si lo salado es lo tuyo, sus rebanadas rectangulares, atiborradas de salchicha y bañadas en salsa catsup, el delicioso pan con relleno de pizza o el rico pan de elote saturado de queso derretido y cubierto con mayonesa, son la mejor opción.  
 
Pero de todas sus creaciones japonesas, son los ositos y los Totoros los que más éxito tienen. Por menos de 15 pesos puedes saborear sus figuras rellenas de chocolate derretido y cubiertas con pedazos de galleta y cocoa. Tan buenas, que no sólo seducen el corazón de sus comensales con sus tiernas figuras de osos y conejos —sacados de la televisión—, sino que encantan sus paladares con un exquisito sabor calientito recién salido del horno. 
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