El 10 de marzo de 2015, a las 15:55 horas, al norte de Colombia se registró un sismo con una magnitud de 6.6 grados en la escala de Richter; un movimiento telúrico que espantó a millones de personas. Los primeros reportes afirman que hubo, desde el pasado 2 de marzo, una gran cantidad de avistamientos de objetos voladores no identificados sobre el cielo de Bogotá, Antioquia y Cundinamarca, que curiosamente fueron algunas de las ciudades donde se registró el sismo.
Los objetos fueron descritos de forma esférica, muy luminosos y que estuvieron en el cielo cerca de 10 minutos.
En la historia del fenómeno Ovni hay reportes de casos que refieren que antes, durante o después de un sismo, se avistan luces y objetos extraños que se desplazan por el firmamento.
El antecedente lo encontramos durante el terremoto del 27 de febrero de 2010, en Chile. Así, gracias a internet, la gente montó diversos videos con extrañas luces en el cielo e incluso, en algunos de los despachos informativos de los noticiarios se pueden apreciar extraños objetos luminosos, así también, fueron reportadas anomalías como resplandores en el momento del terremoto que llamó la atención de propios y extraños.
En aquel momento, el investigador Ovni de Chile, Rodrigo Fuenzalida, señaló a la prensa: “tenemos el testimonio de un matrimonio que la noche del terremoto no quiso dormir en su departamento y prefirieron pasar la madrugada en la calle. Ahí pudieron observar un objeto que parecía la luna, pero inmediatamente se fijaron que la luna estaba al otro lado”.
Tenemos también el caso del 15 de agosto de 2007, cuando se registró un terremoto de una magnitud de 7.9 grados en la escala de Richter que estremeció Perú. Su epicentro fue localizado en el mar a 167 kilómetros al sur de Lima y frente a las costas de la ciudad de Pisco. Lo extraño del caso es que desde meses antes fueron reportados una gran cantidad de avistamientos OVNI en el país andino.
El más destacado de esa oleada fue el avistamiento de una flotilla OVNI captada el 20 de mayo de ese año, al medio día, sobre el cielo de Lima, donde videograbaron más de dos mil objetos esféricos de color blanco durante 30 minutos, según los testigos se comportaban de diversas maneras ante la mirada atónita de decenas de personas que no daban cabida a lo que estaban viendo en el cielo.
México no es ajeno a este fenómeno y damos dos ejemplos: El primero sucedió el pasado 8 de febrero de 2010, cuando se registró un temblor en el Distrito Federal con una magnitud de 5.9 grados en la escala de Richter, con un epicentro registrado en el estado de Oaxaca. Casi tres horas antes, es decir, a las 16:00 horas, Alejandro Mandeur, ubicado en el sur de la ciudad, captó con su cámara fotográfica desde la azotea de su centro laboral, un objeto de forma de lenteja de color amarillo, que en la parte inferior proyecta una sombra hacia el lado izquierdo de ese aparente plato volador. En la foto tenemos varios puntos de referencia como los edificios, las casas y los árboles del sur de la capital del país y en tercer plano, vemos al volcán Iztaccihuatl.
El segundo caso sucedió el viernes 22 de mayo de 2009, cuando se registró un sismo de 5.7 grados en la escala de Richter que sacudió la zona central de México a las 17:15 horas. Se trató de un movimiento reportado por el Servicio Sismológico Nacional con un epicentro en la ciudad de Puebla. En esa ocasión el cazaovni, Pedro Hernández, captó en video a un OVNI que expulsaba esferas y que sobrevoló la zona de Satélite en Naucalpan, estado de México y del cual se desprendieron cerca de 200 objetos que se dispersaron por la ciudad. Ante este panorama, algunos estudiosos del tema afirman que hay una relación directa entre los sismos y los Ovnis.
