¡Clarketazo! El Gigante de Oro

11/08/2015 05:00 Mauricio Clark Actualizada 05:00
 

Antonio de Valdés, mejor conocido como Toño de Valdés, es hoy por hoy el rostro más cotizado y querido de Televisa Deportes. Es la voz calificada y el más admirado según los  ‘focus group’, estudios de mercado que se han realizado en los últimos años en la llamada ‘fábrica de sueños’.

Este caballero, quien tiene mas de 30 años de trayectoria en Televisa, es considerado por dichos estudios, como el número uno  de la empresa liderada por Emilio Azcárraga, es decir, el público lo califica como buen empleado, buen padre, como buen esposo, buen compañero de trabajo, buen amigo, etc, poniéndolo en la cima del listado, muy por encima de celebridades como Fernando Colunga, Silvia Pinal, Thalía, por mencionar sólo algunos.

Toño se ha ganado este lugar gracias a su profesionalismo y su capacidad de asombro a pesar de haber vivido experiencias por demás maravillosas y de haber estado en los eventos más importantes que existen en todo el mundo.

Este maestro de los deportes comparte muy pocas veces su vida personal, pero este fin de semana no le quedó de otra que realizar tremenda pachanga y compartir con todos sus amigos, compañeros y dos que tres colados el bodorrio de su hija: Glorilú.

Cualquier organizador o productor de eventos de famosos, seguro se hubiera sentido minimizado al ver la cantidad de personalidades que asistieron a la fiesta en donde estuvimos presentes alrededor de mil  invitados; desde nominados al premio Oscar, pasando por secretarios del gabinete de Peña Nieto, hasta famosos como Jacqueline Bracamontes, César Costa, El ‘Flaco’ Ibáñez, por mencionar algunos. En verdad pocas veces había estado en un evento que lograra reunir a tantas celebridades del ámbito deportivo, político y de la farándula.

Lo que es un hecho es que me siento afortunado de poder compartir día a día las cámaras y micrófonos con este genio de la televisión. A mi mente se vinieron los recuerdos del primer viaje que realicé con él a los Juegos Olímpicos de Sídney y fue justo cuando tuve la oportunidad de conocer a su hija (Glorilú), quien apenas tenía 10 años de edad.

Haberla visto este fin de semana ataviada en un hermoso vestido de novia, me deja ver que esta hermosa familia me ha dejado ser parte de ella  desde esa primera vez que  conocí a sus integrantes, cuando nadie pensaba en bodorrios...

La vida es un suspiro y este fin de semana lo pude constatar. Ver con lágrimas de emoción a Toño, entregando a su hija, su mayor tesoro, en las manos de su futuro esposo y poder ser cómplice y testigo de ello, me hizo sentirme el más pleno y dichoso. Estar en un evento que veíamos tan lejano, me hizo sentirme diminuto con respecto al tiempo. 

Atesoremos cada momento, vivamos cada instante al máximo y, sobre todo, saquemos todos el ‘toño de valdés’ que llevamos dentro al seguir sorprendiéndonos con las cosas más pequeñas, siendo lo más humildes posibles y no perdiendo un sólo minuto con tristeza, porque la vida es para reír.

De corazón, GRACIAS familia De Valdés por hacerme sentir en casa, lejos de la mía.

5, 4, 3, 2...  ¡Clarketazo!

 

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