Este sábado 11 de julio, se cumplen 24 años del inicio de la gran oleada Ovni de 1991, que se originó prácticamente con el gran eclipse de Sol que se registró en aquel momento.
“Ha sido la más importante en la historia de la humanidad, ya que se ha podido documentar gracias al avance de la tecnología. Ahora, la gente con sus cámaras de video o celulares ha logrado videograbar los avistamientos, lo que antes sólo se quedaba en una anécdota. Internet ha jugado un papel fundamental ya que con él, se conoce en cuestión de minutos el avistamiento en cualquier parte del mundo”, aseguró el Coordinador general de Los Vigilantes del Cielo, Carlos Clemente.
Una oleada que dejó en una generación de jóvenes el interés por conocer y ser partícipes de un tema del que no se conocían todas sus implicaciones, pero que llamaba mucho la atención. El saber que éramos visitados por extraterrestres que llegaban en naves a nuestro país y con esto, desde luego, organizarse para acampar, hacer guardias para captar a estos misteriosos objetos en sitios que, desde siglos atrás, las leyendas referían a extraños incidentes.
lugares. Uno de estos lugares fue la Casita Blanca en el municipio de Atlixco, Puebla, donde llegaban cada fin de semana miles de personas para ver a los “marcianos”. Incluso en este mismo lugar, se colocó un platillo volador metálico a manera de monumento que dejó constancia de esas reuniones de personas para mirar por algunos segundos a esos objetos misteriosos que presentaban diversas formas y colores.
Una experiencia extraordinaria y un gran trabajo de la comunidad Ovni mexicana que, a 24 años de aquel eclipse total de Sol, ha logrado que México sea considerado punta de lanza en la investigación, análisis y difusión del fenómeno Ovni a nivel mundial.
