Peña de Lobos
Pocos saben de este escondite en Ixtlahuaca, Estado de México. Se trata de una reserva natural donde podrás dormir rodeado de pinos, arroyos y manantiales. Las cabañas son 100% rústicas, sólo cuentan con sala, baño, cocineta, chimenea y tu respectivo quinqué. Las quesadillas de masa azul y el café de olla están garantizados con su servicio de alimentos. Cuentan con campo de gotcha y estacionamiento. Tarifa: 600 pesos por noche. Para saber cómo llegar, visita:
Montañas Azules
Este nidito de amor está en Avándaro, rodeado de bosque y con vistas espectaculares al Nevado de Toluca. En los alrededores puedes practicar bicicleta de montaña, vuelo en parapente y escalada en roca. Todas las cabañas cuentan con chimenea. Tarifa: 500 pesos por noche, por pareja, sólo de domingo a jueves. Los fines de semana el costo es de mil pesos.
Villa Amacalli
Pasa un fin de semana en las tierras de la mariposa monarca, en Tlalpujahua, Michoacán. Te olvidarás de la rutina cuando llegues a tu cabaña rodeada por árboles de capulines y tejocotes, fresnos y pirules. Están equipadas con baño, sala comedor, cocineta y terraza. Tarifa: 550 pesos por noche, por pareja.
Tosepan Kali
Campesinos indígenas construyeron en Cuetzalan este paraje de nueve cabañas, construidas en madera y bambú. Además de entrar en calor sentado frente la chimenea, tendrás el privilegio de degustar una taza de café humeante cosechado en la sierra, aprender sobre medicina ancestral e incluso contemplar el descenso de la neblina desde una terraza. Tarifa: 450 pesos por persona, incluye desayuno.
Los Encinos
Cuatro cabañas para refugiarse en Huasca de Ocampo, Pueblo Mágico ubicado en la sierra hidalguense. Todas las noches debes pedir tu respectiva carga de leña, tanto para la chimenea como para una fogata bajo las estrellas. Por los alimentos no te preocupes, cuentan con un pequeño restaurante. Tarifa: 600 pesos por noche, por pareja.
